Por Serafín Castro
En el arranque de campaña de Roxana Luna Porquillo como candidata del PRD a la gubernatura de Puebla no hubo propuestas, ni siquiera una sola, ni grupos de apoyo, ni personajes de mayor relevancia.
Eso sí, lo que no faltaron fueron las escobas, ¡sí, escobas!
A falta de propuestas concisas sobre las acciones que realizaría en caso de ganar la elección, la perredista recurrió a un acto de mero proselitismo simbólico.
Con una escoba en la mano, Roxana Luna y su séquito de seguidores, menos de 100 personas, arribaron a la sede de la Secretaría de Gobernación de la administración estatal para “barrer la corrupción” y “sacar la basura” que impera en la entidad.
ÁNGEL FLORES/AGENCIA ESIMAGEN
Parada frente a la puerta, cerrada, de la entrada principal de Casa Aguayo, tan cerca del poder al que aspira, la candidata a la gubernatura corta tomó la escoba con firmeza y dio unos escobazos en la banqueta, en la acera empedrada, y otros más en las paredes y ventanas del edificio, al mismo tiempo que posaba y sonreía a las cámaras de los fotógrafos.
Mientras sus contrincantes de las otras fuerzas políticas aprovecharon el primer evento de campaña para demostrar su músculo político al reunir cientos y miles de simpatizantes y presentar ya algunas propuestas y promesas, Roxana Luna sólo estuvo acompañada del senador Luis Sánchez, de la dirigente estatal de su partido y de un puñado de seguidores, en su mayoría jóvenes y mujeres.
Ahí, Luna Porquillo se comprometió a trabajar por una Puebla justa, con lugar para los jóvenes, los adultos, las mujeres y los niños: señaló que, en caso de ganar la elección, protegerá a luchadores sociales y liberará a los presos políticos del estado.
“Este es el inicio de un nuevo PRD… Trabajemos juntos para un mejor Puebla y un mejor futuro para nuestros jóvenes y niños. Vamos a barrer el miedo, la incertidumbre, la desilusión y la desesperanza, vamos a poner la basura en su lugar”, señaló la abanderada del sol azteca.
Aunque no explicó cómo, la candidata reiteró que su proyecto trae bienestar a los poblanos, a los niños, mujeres y jóvenes. Y justificó su falta de propuestas concisas durante el primer día: “nosotros no vamos a traer propuestas vacías, vamos a escuchar”.
Se autocompara con Carmen Serdán por ser luchadora social
Acelerada por la emoción producida por unos pocos aplausos, Roxana, quien fuera diputada federal por la vía plurinominal en la pasada legislatura, señaló que por su coraje y su valor de enfrentarse a la corrupción, en un trabajo dominado por hombres, se parece y retomará la lucha de la poblana Carmen Serdán.
“Con ese mismo coraje de Carmen Serdán vamos a luchar todos desde el movimiento social, porque sí se puede hacer historia en Puebla”, sostuvo.
Y continuó: “No tengo miedo de enfrentarme al gobierno; lo que sí me preocupa es mi familia, si se atrevieron a fabricar la historia de un cohetón, imagínense lo que ahora pueden inventar; pero hasta ellos están preparados”, proclamó.
Frente a su escaso público, la perredista aseguró conocer la realidad del estado, se definió como una mujer sensible, luchadora, que ha acompañado a los movimientos sociales y que ha dado soluciones reales a los ciudadanos, “y no como el gobierno del estado, que sólo tapa hoyos”.
Sin decir nombres, el discurso de Roxana Luna se centró en hacer descalificaciones y acusar de represor y autoritario al gobierno estatal.
Más tarde, al finalizar su discurso, Roxana Luna encabezó un recorrido por las calles del primer cuadro de la ciudad, pasando por el Zócalo de la capital poblana y que concluyó en El Gallito, en Paseo Bravo.