La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

Desde una camioneta lanzan ráfagas en contra de dos personas en Agua Santa.

Las matan.

Huyen.

Roxana Luna, candidata del PRD a Casa Puebla, viaja a bordo de la camioneta del senador Luis Sánchez muy cerca de la escena de doble crimen.

Unos agentes ministeriales detienen el vehículo y le piden al chofer que se identifique.

En ese momento ocurren dos cosas: la real y la ficticia.

La real no trasciende en las redes sociales o trasciende en respuesta a la ficticia, pero cuando surge algunos tuiteros la descartan porque lo políticamente correcto es estar del lado de la segunda.

Vea el hipócrita lector:

Los hechos reales fueron los siguientes: los policías ministeriales le pidieron al chofer del senador que se identificara.

En ese momento alguien enciende la cámara de un celular y empieza a grabar la escena.

Detrás de los argumentos del ministerial se escucha la voz en off de la candidata que se dice acosada por la policía.

Un ministerial explica que los detuvo porque a unos pasos de ahí hubo un doble crimen y los vecinos dijeron que los asesinos habían disparado desde una camioneta.

Las voces que argumentan que la acción obedece a un acoso político van a la alza.

El ministerial les vuelve a aclarar que no es así y les dice dos cosas: “por mí pueden seguir filmando” y “ya pueden irse”.

Los hechos ficticios fueron los siguientes:

La candidata del PRD vio que ocho policías ministeriales sacaron armas de alto calibre y la encañonaron.

Luego, ordenaron que se bajara.

Ella no quiso.

Para entonces ya filmaba los hechos.

Una vez que los ministeriales se alejaron, subió dos tuits para decir que la habían acosado.

En el primero denunció: “Acaban de intentar bajarnos del vehículo agentes de la policía ministerial en la avenida 11 sur. Fuertemente armados. Estoy bien.”.

En el segundo agregó un video y abundó: “8 ministeriales me encañonaron con armas de alto calibre y quisieron bajarme de la unidad. Agresión @rafamorenovalle”.

(En el video no hay ningún ministerial encañonando a nadie ni ningún ministerial ordenando que baje de la camioneta).

Escena segunda:

La diputada Socorro Quezada llega a las instalaciones de la Fiscalía General del estado de Puebla y enciende su Periscope para que haya testigos de la afrenta que sufrirá.

Palabras más, palabras menos, le dice a los diferentes funcionarios que la atienden que su candidata acaba de ser amenazada y encañonada por unos ministeriales.

También les da el contexto de la horrorosa persecución que los perredistas libres de Puebla han sufrido a manos del gobierno.

Tras insistir en varios momentos que ellos (los “perredistas libres”) no quieren enrarecer las elecciones, la diputada termina por no presentar denuncia alguna.

Para entonces ya hay algunos periodistas nacionales que involucran al gobernador Moreno Valle en la “brutal agresión”.

A la ronda solidaria de tuits se suman Agustín Basave, dirigente nacional del PRD; el senador Luis Miguel Barbosa y Ana Teresa Aranda.

Los tres confirman la versión de Roxana Luna desde los más diversos calificativos.

Pese a que la Fiscalía da el contexto real de los hechos, los “agredidos” (o también “perredistas libres”) insisten en que fueron amenazados.

Su única prueba no prueba nada.

O sí: que nadie la encañonó, que nadie le pidió que se bajara de la camioneta y que el policía ministerial ni siquiera sabía que era candidata a Casa Puebla.

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