Como promotor de la soberanía nacional inició campaña desde el 2015 al recorrer los 217 municipios codo con codo con AMLO
Por Margot Castro Vallina
Abraham Quiroz Palacios, oriundo de Guerrero, fue ungido por Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), como el candidato de izquierda para el gobierno estatal.
“Se llevó a cabo una consulta (…) y esa encuesta la ganó el maestro Abraham”, fue la explicación de AMLO en un discurso a principios de este año.
Desde agosto de 2015, el controversial tabasqueño apostó a perder, quizá, por Quiroz; un académico con experiencia política desde el escritorio y desconocido por la ciudadanía, razones que le dieron el título de “promotor de la soberanía nacional”.
La noticia sorprendió a las organizaciones sociales, ya que en el cuadro de Morena también perfilaba como favorito René Sánchez Galindo, integrante del Consejo Nacional del partido y abogado del movimiento nacional Sin Maíz no Hay País.
El peso de la figura del señor López Obrador sobre el candidato de Morena es avasallante, el propio Quiroz lo reconoce, la popularidad de El Peje es tal que ya sembró la esperanza para conseguir 800 mil votos, el número que obtuvo en Puebla durante las elecciones presidenciales de México en 2012.
Después de cuatro décadas de vivir en la Angelópolis, a principios de marzo de este año Quiroz Palacios obtuvo la ciudadanía poblana para cumplir los requisitos establecidos en la convocatoria emitida por el Instituto Estatal Electoral (IEE) y no quedarse sin la candidatura, esta vez, oficial.
En sus últimos discursos, Abraham Quiroz se ha dedicado a enlistar los cambios que lograría en año y medio de gestión; aunque el tiempo es poco, la oportunidad es magnífica: promover la soberanía nacional durante 18 meses.
La gira no oficial en 217 municipios
Para garantizar el triunfo de Morena en Puebla, Abraham y Andrés Manuel recorrieron los 217 municipios para dar pláticas sobre economía mexicana y promover un decálogo de propuestas, entre ellas una pensión universal de mil 100 pesos para los adultos mayores.
Durante esta gira de trabajo estuvieron acompañados por Manuel Bartlett Díaz –extitular de Gobernación y Educación federal, exgobernador de Puebla, hoy militante del Partiddo del Trabajo, que lo llevó al Senado, después de renunciar al PRI– además de personajes de Morena consolidados en la política nacional.
En estas sesiones para despertar la conciencia del pueblo, Abraham Quiroz criticaba la política económica del estado, el poco apoyo al agro, la mala impartición de justicia y el rezago social ocasionado por “los galis y los morenovalles”.
Sobre un tarima colocada en el centro del municipio de Esperanza, con el frío más gélido de Puebla y un collar de flores en el pecho, el ahora candidato de Morena apaleaba verbalmente al gobierno neoliberal:
“Cada día, el gobierno federal y los gobiernos estatales ceden recursos sin consultar a los pueblos, sin tomarlos en cuenta para nada: ceden agua, territorios para la explotación de minas a cielo abierto, lo que conlleva a la destrucción de bosques y contaminación de aguas”.
Quienes buscan “el cambio verdadero” lo observan como alguien que inspira confianza, buena onda, un ser honesto y humano, amable e inclusive bien parecido; confían en el partido donde la fuerza política converge con el hartazgo social.
Vida académica y utopía política
Un hombre de letras es Abraham Quiroz Palacios. Inspirado por la desventurada época de los movimientos sociales mexicanos de su historia, tiene como principales líneas de investigación la cultura, los liderazgos políticos y las organizaciones sociales.
Estudió psicología en la UNAM y cuenta con un doctorado en sociología política por la Universidad Autónoma de Puebla (UAP). Como pensador, ha escrito una decena de libros donde analiza movimientos sociales en Puebla, el concepto de luchas políticas y escalas de actitud.
Como se sabe en los pasillos de la Facultad de Economía de la BUAP, Abraham Quiroz ha sido respetado desde que la comunidad universitaria era dirigida por el Partido Comunista de México, en la década de los 70.
El apoyo ha sido recalcado en los días recientes, cuando académicos recolectaron firmas de apoyo y manifestaron estar de acuerdo con él en cuatro puntos: que urge la regeneración de un sistema político; acabar con los proyectos faraónicos, privatizadores y de muerte.
Además, terminar con el neoliberalismo e instaurar una economía mixta, justicia social, honestidad y transparencia.
Su último puesto fue el de coordinador de la maestría en Psicología Social de la máxima casa de estudios poblana, algunos alumnos dicen que como maestro también aprende, como escritor es libre y da su mayor esfuerzo para remodelar al país.
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