Por Margot Castro Vallina
Carlos Almazán presenta su declaración anual sin contador desde hace 14 años. Se ahorra dinero e invierte tiempo en tutoriales de gobierno y youtubers. Con esos pasos y saber sumar, restar y multiplicar, cualquier persona física puede cumplir con la obligación fiscal de este mes.
“Un contador podría ser necesario cuando hay temas de leyes fiscales, para ayudarte a resolver un problema y asesorar a empresarios o emprendedores”, explica Alejandro Dorantes, jefe de un despacho contable.
Las herramientas de Hacienda, como DeclaraSAT, ayudan a calcular cuánto debes pagar de manera automática. Tienes que tener a la mano la e-firma, el Registro Federal de Causantes (RFC) y la clave de acceso al sistema de recaudación.
Los freelancers y quienes expiden recibos de honorarios por la misma cantidad con frecuencia pueden obtener reembolsos por gastos médicos, hospitalarios, intereses por créditos hipotecarios, donativos, transporte escolar y alimentos.
Israel de la Cruz Castillejos, de administración de servicios al contribuyente del SAT, estima que es posible recuperar hasta 30 por ciento de los gastos deducibles.
Dorantes, a la vez, aclara que un contador es conveniente, además de un asesor, en caso de que tengas una empresa, a fin de que protejas el patrimonio.
Carlos recomienda que cada mes presentes y pagues IVA e Impuesto Sobre la Renta (ISR); la declaración anual no es para pagar.
También aconseja acudir por información a las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Y, sobre todo, quitarse el miedo a los términos contables: no son imposibles de entender por un profesionista estándar ni están hechos para confundir.
“A diferencia de algunos años anteriores, el internet vino a aportar mucho; ahora puedes consultar todo por línea, incluso hacer los pagos bancarios” asegura.
¿Eres persona física y no tuviste ingresos desde antes del 31 de diciembre pasado? Declara. ¿Más de dos patrones? Declara.
¿No ganaste nada? Declara en ceros y ahórrate problemas.