Staff 24 horas Puebla
Si Blanca Alcalá, desde el 3 de abril, en vez de campaña no hubiera hecho nada, se habría ahorrado millones, esfuerzo, críticas, movilización de los priistas junto con sus aliados y obtenido el mismo resultado: 31 por ciento de la intención del voto.
Además, la priista estaría a una distancia muy similar de la que comenzó frente al rival más fuerte, Antonio Gali, que si hoy fuesen las elecciones de gobernador de Puebla, tendría un triunfo irrefutable de 15 puntos.
Así lo revela el más reciente estudio del despacho desmoscópico Más Data, cuyos resultados publica el Diario Cambio.
Las cifras difundidas ayer indican también que Ana Teresa Aranda se incorporó con éxito a la rebatiña del voto antimorenovallista.
El resultado indica que Gali Fayad cuenta con el 46.5 por ciento de la intención del voto de los ciudadanos que habitan en Puebla, seguido de Alcalá Ruiz con el 31.4.
Abraham Quiroz se ubica en 9.8%; en tanto, Roxana Luna obtiene el 4.6%, casi empatada con Ana Teresa Aranda quien, incorporada a la contienda después del periodo de precampaña tiene ahora un 4.5%.
Otra circunstancia revela el estudio: la estrategia de confrontación y venta de una imagen opositora de la priista Blanca Alcalá Ruiz –que implicó un giro de 180 grados en discurso y táctica– le permitió, a dos semanas de haberla incorporado, aumentar sólo un punto en las preferencias electorales.
Ese punto porcentual es, apenas, la recuperación de lo perdido con su campaña.
¿POR QUÉ VA MAL?
Lo recuperado por la expresidenta municipal la ubica apenas en el mismo porcentaje de preferencias que tenía al arranque de la campaña.
Su pérdida de simpatía entre el electorado ocurrió después que se emprendieron campañas contra su reputación utilizando su propio discurso de arranque.
El uso de helicópteros para trasladarse cuando ella dijo ser “de a pie” y el giro de reflectores sobre su patrimonio y la forma de enriquecerse después de ostentar su declaración de bienes fueron las armas que cedió a sus enemigos; ante las críticas ha guardado largos periodos de silencio, a contrapelo de lo que recomiendan los expertos.
“Es malo salir a hacer campaña sin haber dicho primero al estratega cuáles son los cadáveres guardados en el clóset, para tener un plan inteligente y ganadora”, afirmó el especialista en discurso y comunicación política Juan Quesada.
El estudio de Más Data consiste en mil 600 entrevistas cara a cara a ciudadanos con credencial de elector de zonas urbanas y rurales del estad