Novedad: un conjunto en Cuautlancingo con valor de 11.6 millones de pesos
Por Mario Galeana
Tras 48 horas de acusaciones por construir un patrimonio millonario por medio de violaciones a la ley siendo edil de Puebla, la única respuesta de Blanca Alcalá fue, ayer, “no tengo nada que esconder”.
Y quizá eligió las mejores palabras, pues no ha refutado con pruebas lo que se le imputa con documentos: movimientos para favorecerse con la instalación de una gasolinera, la propiedad de un edificio de departamentos de lujo, su participación en un conjunto residencial con valor de 111.6 millones de pesos ni la asignación tramposa de obra a un empresario al que hizo su socio antes de lo que estipulan las normas.
Al finalizar un mitin en el municipio de Oriental, la candidata priista a la gubernatura de Puebla aseguró que no quiere abundar en el tema y prometió “dar en su momento los detalles al respecto”.
“Tan tengo la certeza de que no tengo nada que esconder, que por eso, por supuesto, yo sí la presenté (la declaración patrimonial). Los poblanos me conocen. Saben quién soy, saben qué tengo. Y en ese sentido no tengo nada más que comentar”, dijo en una breve entrevista.
La senadora con licencia atribuyó las irregularidades detectadas a “una enorme guerra sucia, un enorme golpeteo”.
Ayer, Milenio Puebla dio a conocer que, dentro de la declaración patrimonial que Alcalá Ruiz presentó para ostentar que se ceñía a la iniciativa de transparencia 3de3, se omitió la propiedad un conjunto de 45 casas de lujo en Cuautlancingo.
El valor del complejo denominado Condominio Cerrada Fiore multiplica 13 veces lo que Alcalá Ruiz declaró como patrimonio suyo: 8.3 millones de pesos.
En la construcción de Cerrada Fiore participaron otras dos empresas, además de Estilos Constructivos Sustentables S.A. de C.V., de la que Alcalá Ruiz es socia mayoritaria con 50 por ciento de las acciones.
El 50 por ciento restante se reparte proporcionalmente entre Édgar Chumacero, su jefe de oficina y yerno, y José Alejandro López Márquez.
En su trienio como presidenta de la capital, Alcalá Ruiz otorgó 12 contratos de obra pública que representaron casi 13 millones de pesos a la empresa Desarrollo Habitania S.A. de C.V., de la cual López Márquez era socio mayoritario, según dio a conocer también Milenio Puebla.
En abril de 2011, mes y medio después de que Alcalá Ruiz finalizara su encargo al frente del Ayuntamiento de Puebla, ella inició los trámites para conformar Estilos Constructivos Sustentables S.A. de C.V., legalmente constituida en septiembre de ese año, con la suma de dos inversionistas: los mismos Édgar Chumacero y José Alejandro López Márquez.
Javier Lozano Alarcón, portavoz del PAN en Puebla, acusó el lunes pasado que las gestiones de Alcalá Ruiz desde el Ayuntamiento de Puebla para favorecer a sus empresas y a sus socios encuadran en delitos.
Ayer, tras la revelación periodística del conjunto ubicado en Cuautlancingo, Lozano Alarcón sostuvo que su partido sospechó que en la declaración patrimonial, la priista mintió. “Se conocía públicamente que poseía más de lo que declaraba. La forma de no decir la verdad es grotesca”, aseguró.
“Es el ánimo de no decir la verdad y de utilizar el poder político para hacer negocios. Es delinquir en tráfico de influencias, peculado y cohecho. Lamentablemente, legalmente ya no se puede proceder; pero la sociedad tiene derecho a saber”, sostuvo.
El rival más aventajado en la carrera por la gubernatura corta, Tony Gali, interrogado al respecto, aseguró que la transparencia de cuentas depende de cada persona.
“Dijimos que tiempo al tiempo”, acotó.
Hasta el momento, ni Roxana Luna Porquillo ni Ana Teresa Aranda han querido criticar a la priista por las acusaciones y revelaciones sobre su riqueza.
Ambas candidatas opositoras –una del PRD y la otra por la vía independiente– se han limitado a evadir los temas y Aranda se ha concentrado en enfocar su discurso contra Gali, a quien exige apegarse a la rendición de cuentas. /Guadalupe Juárez y Serafín Castro Pérez