Por: Redacción
Científicos del Laboratorio de Fisiopatología Cardiovascular, del Instituto de Fisiología de la BUAP, liderados por el doctor Julián Torres Jácome, ha propuesto un nuevo marcador biológico para medir diabetes, a partir de las variaciones de la frecuencia cardiaca.
De acuerdo con proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.
Un estudio realizado en varios países determina que 50 por ciento de los pacientes diabéticos muere de enfermedad cardiovascular, principalmente cardiopatía y accidente vascular cerebral (AVC).
Actualmente no existe un marcador biológico para determinar el tiempo que los pacientes padecen diabetes, de ahí la importancia de este trabajo, ya que el corazón es el primer órgano alterado por esta enfermedad crónica, con afectaciones que se reflejan en el cambio de ritmo.
Para ello, los investigadores proponen medir cada ciclo cardiaco y observar las variaciones de los mismos durante cinco minutos, después promediar las medias y compararlas con el resto de los pacientes.
De ser comprobada esta hipótesis, sostuvo el especialista, este hallazgo servirá de apoyo en las unidades médicas, para que al determinar glucosa elevada en el paciente, se realice también un electrocardiograma para calcular variaciones en la frecuencia cardiaca de 5 a 10 minutos.
La línea de investigación del doctor Torres Jácome, que estudia cómo este padecimiento crónico degenerativo afecta la actividad eléctrica del corazón, recibió en 2002 el premio Dr. Jorge Rosenkranz que cada año otorga la Asociación Roche-Sintex de México, en el área de investigación sobre diabetes.
Para esta línea de investigación, este equipo de científicos de la BUAP es uno de los pocos en dedicarse en México; a nivel internacional, sólo existen tres grupos: en el país Vasco, en España y en Canadá.
Desde 2002, Julián Torres Jácome, doctor en Ciencias Fisiológicas, con especialidad en Fisiología por la Universidad de Colima, indaga los efectos de la diabetes mellitus en la actividad eléctrica del corazón.
En esta línea, inició un trabajo para determinar y caracterizar el tipo de corrientes eléctricas que emiten los nodos seno-auricular y aurículo ventricular, conocidos como las células marcapaso del corazón.
Para este fin, se diseñó un modelo de ratón diabético tipo 1, caracterizado por su incremento en la cantidad de orina, toma de agua e ingesta, de 400 a 500 por ciento.
Al realizar electrocardiogramas a los ratones diabéticos se observó que la frecuencia cardiaca era menor, en comparación con los modelos de control. Sin embargo, al aislar el marcapaso (el nodo seno-auricular) la frecuencia aumentó, por lo que esta información dio una idea sobre los daños al corazón.
También, se descubrió que el nodo seno-auricular cambió de organización, es decir, las células nodales están distribuidas de diferente manera, en comparación con las de un ratón normal. Además, eléctricamente dichas células son más excitables, por lo que requieren de poca energía para tener un potencial de acción; mientras su velocidad de propagación disminuyó.
De esta manera, el aumento de la excitabilidad con poca corriente se relaciona con el incremento en la frecuencia cardiaca del nodo seno-auricular, sostiene el académico de la BUAP.
En esta investigación colaboran la doctora Alondra Alvarado Ibáñez, egresada de la UNAM; Rosa Elena Arroyo Carmona, estudiante del Doctorado en Fisiología, en la Escuela Superior de Medicina del IPN, y Rommel Sánchez Hernández, estudiante de Biomedicina en la Facultad de Medicina de la BUAP; así como la doctora Francisca María Fabiola Lucero, de la UPAEP.
La diabetes mellitus altera al corazón
En otra de las investigaciones realizadas en el Laboratorio de Fisiopatología Cardiovascular se demostró que la diabetes mellitus y el síndrome metabólico (SM) alteran por sí mismos la actividad eléctrica del corazón y provocan arritmias.
“Antes se pensaba que las arritmias en diabéticos eran causadas por trastornos como la aterosclerosis, que hace que se tapen las arterias y provoca hipertensión e infartos. En general, todo mundo pensaba que la causa de las arritmias era por la presencia de lípidos elevados en sangre”, informó Julián Torres Jácome.
Igualmente, se aclaró que las alteraciones en la actividad eléctrica del corazón se deben a la disminución de ciertas proteínas o canales iónicos (sodio, potasio o calcio) en la membrana de las células de este órgano.
En esta investigación sobre diabetes mellitus participan especialistas de la Universidad de Colima, UNAM y la Universidad del País Vasco, en España, con la idea de describir cuáles son las causas que producen las arritmias cardiacas y explicar las alteraciones que provoca la diabetes en la actividad cardiaca, lo cual servirá para desarrollar fármacos adecuados a los enfermos, así como tratamientos preventivos.