Acusa a Mario Marín –gobernador de puebla en 2005– de ordenar que la torturaran, avalado por miembros de la cúpula nacional del PRI
Redacción
Diez años y cuatro meses después de ser detenida en forma ilegal, Lydia Cacho refrendó ayer que Mario Marín, cobijado por los líderes del PRI en la esfera nacional, ordenó torturarla, hecho que requirió la colusión de una treintena de funcionarios de los que sólo un policía está preso.
La periodista publicó en su columna Lado B una carta que dirige a José Montaño Quiróz, quien el 16 de diciembre de 1995 era comandante judicial y encabezó la detención arbitraria de la que ella fue víctima en Cancún, Quintana Roo, a la que le siguió un viaje en auto de 20 horas en las que se le infligió maltrato psicológico y físico.
En la carta, Cacho asegura que aquella tortura fue “ordenada por el exgobernador de Puebla Mario Marín, avalada por miembros de la cúpula del PRI nacional en convivencia con la red de empresarios pedófilos” que ella denunció en el libro Los demonios del Edén. El poder que protege la pornografía infantil.
La escritora se dirige a Montaño Quiróz, luego que los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)atrajeran el expediente 388/2015, en el que ella busca mecanismos para evitar el daño psicológico que provocaría un nuevo careo con el hombre ingresado a un penal de Quintana Roo el 15 de diciembre de 2014.
En su propuesta, el ministro José Ramón Cossío Díaz solicita que sus pares analicen las medidas de protección para prevenir la afectación que expertos psicólogos han puntualizado y descrito en las víctimas de tortura.
Lydia Cacho escribe que “el arma, los abusos, las amenazas, las condiciones para salvar la vida quedan indelebles en la memoria” y que, sin embargo, con ayuda profesional logró que el sufrimiento no la abatiera durante estos años.
La detención correspondió a las diligencias de una denuncia que en su contra interpuso el empresario poblano Kamel Nacif, a quien ella menciona como parte de la red de pederastia encabezada por el empresario Jean Succar Kuri.
La detención de la periodista se dio a conocer a nivel nacional el 14 de febrero de 2015 con
una grabación de charla telefónica entre Nacif y el entonces gobernador Mario Marín; por el diálogo, se infiere que éste ordenó a las autoridades de justicia maltratar a Lydia Cacho como represalia y en favor del empresario.
“Mientras usted está en prisión con abogados pagados por los empresarios que le dieron órdenes de torturarme, yo estoy libre, trabajando, escribiendo, sana y salva de nuevo.
“Estoy segura de que ganaremos; la evidencia de tortura es irrefutable”, sostiene la periodista en la carta difundida ayer.