La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Llega a Puebla el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, representante del PRI ante el INE.
Está muy enojado porque en varios espectaculares del Instituto Electoral del Estado aparece la palabra “gobernador” y no “gobernadora” en los llamados al voto.
El yucateco es víctima mañosa de una moda que impuso en México Vicente Fox.
Esa modita aberrante que en aras de lo políticamente correcto nos obliga a hablar como mi entrañable Juan Manuel Mecinas en su más reciente columna: “Bien le iría al estado si el(la) próximo(a) gobernador(a) está dispuesto(a) a aceptar el disenso”.
Ufff.
Además de violar flagrantemente el (todavía) muy útil diccionario de la Real Academia Española, ese habladito es cursi y torpe, y no ayuda en nada a combatir el aberrante sexismo que se expresa todos los días, por ejemplo, en las redes sociales.
Los viernes ––en particular los viernes–– es muy común que los usuarios suban fotos de mujeres perfectamente bien dotadas acompañadas de expresiones vulgares.
Es tan común esa expresión que ya no asusta ni a las feminazis.
Se ha vuelto parte del paisaje.
Ah, pero no caigamos en la incorrección política de maquilar un espectacular excluyendo la palabra “gobernadora”.
(Que ni está en la Constitución ni en ninguna ley electoral).
En esos casos, los demonios se desatan, viajan en ADO, llegan a Puebla y se apersonan en la sede del órgano electoral para exigir ––en nombre de la República–– que el término “gobernador” sea sustituido por la palabra “gobierno”.
En otras palabras: “Vota por tu próximo gobierno”.
(Ah. Ok.).
Palabras más, palabras menos, el yucateco que quiere ser gobernador asegura que es una ofensa del IEE (y un flagrante acto de misoginia) poner “gobernador” cuando la candidata de su partido aspira a ser “gobernadora”.
Fox era un idiota y por eso empezó a distorsionar el idioma desde el día 1 de su llegada a Los Pinos.
(Y aún antes).
¿Cómo olvidar su “ciudadanas y ciudadanos” que tantos discursos estúpidos antecedió?
Lo peor es que lo que creíamos muerto ha regresado ante nosotros mediante la figura de los políticamente correcto.
A este paso, Mecinas debió haber escrito así ese fragmento de su brillante columna: “Bien le iría al estado(a) si el(la) próximo(a) gobernador(a) está dispuesto(a) a aceptar el(la) disenso(a)”.
A este paso, bien lo ha dicho Ricardo de Querol en la prensa española, habrá que apoyar las causas de los jóvenes y las jóvenas, de los miembros y las miembras.
Con estas moditas enterraremos de una vez por todas la belleza y la economía del lenguaje que tan felices han hecho a tantas generaciones.
Ya me imagino al diputado Ramírez Marín dirigiendo su primer discurso(a) desde la más alta tribuna de Yucatán en caso de que algún día ––se ve lejanísimo(a)–– logre ser gobernador(a) de su estado(a): “Los yucatecos y las yucatecas eligen a sus diputados y diputadas, a sus senadores y senadoras, y a sus gobernadores y gobernadoras para que los y las representen en el noble oficio de la política”.
Qué horror.
¡No quiero ser yucateco, yucateca por nada del(la) mundo, munda!
Que Mecinas lo redima.
Y que Cervantes redima a Mecinas.
Don Beltrone, uf, Regresa
Este miércoles, después de tantas ausencias, por fin vendrá a Puebla ––¡milagro!–– Manlio Fabio Beltrones, dirigente del CEN del PRI.
Dos helicópteros bajarán en Tepeaca o en Acatzingo ––en el Lipp de Polanco (restaurante favorito de Don Beltrone) aún no se ponen de acuerdo–– para realizar, junto con Blanca Alcalá una gira rapidísima.
La duda mata:
¿Vendrá Don Beltrone a la ciudad de Puebla o sólo pateará botes de cerveza en la pradera?