La campaña de este 2016 entró ya de manera definitiva en su recta final con un claro puntero: el candidato de la alianza Sigamos Adelante, Antonio Gali Fayad, quien supo aprovechar los errores de su principal adversaria, la priista Blanca Alcalá.
Resulta increíble que, después de 10 años, la principal razón de rechazo entre los poblanos hacia el PRI aún sea la actuación del exgobernador Mario Marín Torres, lo cual fue perfectamente identificado a través de los grupos de enfoque, por el equipo del candidato de coalición a Casa Puebla.
De ahí que los asesores de Tony, Javier Lozano Alarcón y Marcelo García Almaguer, acertaran al volver la contienda una lucha entre el retorno al pasado que avergonzaba a los poblanos o la continuidad de una administración, la cual si bien no fue perfecta, no acumulaba la cantidad de pasivos que heredó el marinismo.
Este fue el principal lastre que arrastró durante su campaña la candidata del PRI a la gubernatura, Blanca Alcalá Ruiz, la cual lejos de deslindarse del polémico exgobernador, reforzó el nivel de rechazo al invitarlo a sus primeros eventos al inicio de la contienda por Casa Puebla.
Otro factor que golpeó fuertemente a la senadora con licencia y exalcaldesa de Puebla, es la pésima administración que ha encabezado el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien desde hace unas semanas, lo dijimos, se había convertido en un pasivo para los candidatos del PRI en las diversas entidades donde habrá elecciones.
Lo mismo consignó esta misma semana Proceso, que culpa directamente a Peña de las derrotas que pueda sufrir el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, el cual, desde mi punto de vista, desde hace varias semanas, se viene “curando en salud” ante la serie de derrotas que se avecinan para el tricolor, aunque Veracruz podría lavar un poco el honor del alicaído priismo.
También dentro de la red de juegos perversos que se teje a nivel nacional, de nueva cuenta Puebla fue sacrificable, o al menos así parece, para el tricolor, cuya prioridad fue Veracruz, en vez de un estado en donde no termina por ponerse de acuerdo.
En una próxima entrega abundaré sobre las divisiones al interior del PRI. Cual viles carroñeros, los priistas ya se prestan de nueva cuenta a pelearse por los despojos de lo que va a quedar del partidazo; las líneas no tendrán desperdicio.
Sin querer hacer leña del árbol caído, es justo mencionar que Blanca deberá de hacer un análisis a conciencia de las cosas y ver en qué se equivocó y con quiénes se equivocó, porque mucha de su gente, principalmente de su grupo más cercano, resultó nefasta para su campaña.
Muchas, pero muchas lecciones deberá de dejar esta campaña en el priismo poblano, el cual si logra aprender de los errores cometidos, volverá a ser competitivo rumbo al 2018, cuando ya sin Moreno Valle en la gubernatura se vuelva a ver la cara con el PAN.
Compromiso por Puebla, la sorpresa
No pierda de vista el enorme crecimiento del Partido Compromiso por Puebla, el cual se dice podría aportar a la campaña de Tony Gali hasta 100 mil votos.
Compromiso por Puebla y sus operadores andan a la caza de todos los priistas inconformes en el estado para abrirles las puertas, bajo la promesa de que adicionalmente serán candidatos en el 2018 a diversos puestos de elección popular, ya que el “pastel es muy grande”.
Para quienes dirigen Compromiso por Puebla en la entidad, es una prioridad posicionar bien esta marca para poder mantener su registro y ser nuevamente factor en las elecciones del 2018.
Hay que recordar que Compromiso por Puebla es un partido de corte estatal, por lo que sería una gran sorpresa que pudiera alcanzar esta meta. Habrá que estar pendiente de los resultados de esta marca.