El movimiento de resistencia convocado por la candidata Blanca Alcalá ha consistido, en su mayoría, en repetir sus críticas en la campaña
Por Serafín Castro y Mario Galeana
En la India, Mahatma Gandhi logró transformar la lucha con métodos pacíficos como la huelga de hambre para cumplir sus objetivos: liberar a su país del imperio británico.
En Estados Unidos, Martin Luther King con su enfoque no violento para protestar logró que se reconocieran los derechos de los afroamericanos.
En Puebla, por primera vez se inaugura la resistencia civil pacífica, pero viene de un grupo que nunca creyó en ella: el PRI.
¿Cuál es su principal apuesta? Reciclar las ideas y las denuncias que hizo a lo largo de la campaña.
Desde hace un par de días el tricolor ha encabezado una resistencia pacífica en la que su principal instigadora ha sido la gran ausente: Blanca Alcalá.
El primer acto de la llamada resistencia pacífica del PRI consistió en una manifestación en las afueras de Casa Puebla, sede del gobierno del Estado, misma que el partido que hoy protesta mantuvo cerrada a los ciudadanos durante los 80 años en los que gobernó; sin embargo, hoy reclaman que sea un espacio abierto.
La segunda y más reciente actividad fue otra manifestación ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) para exigir que sean removidos los consejeros que integran el órgano electoral, bajo el argumento de que actúan con parcialidad.

“Sigue la resistencia”
La candidata del PRI-PVEM-PES al gobierno de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, no ha dado por terminada la “resistencia civil” a la que convocó antier y aseguró, incluso, que a raíz de ésta el gobierno del estado ya tuvo un primer diálogo con su partido, pero sostuvo que esta negociación deberá ser formal y pública.
Al término de un mitin realizado en Tetela, la senadora con licencia dijo que la serie de protestas se mantendrá hasta que hayan condiciones de seguridad e imparcialidad para realizar la jornada electoral del 5 de junio.
A la poblana...
Los movimientos de resistencia civil modernos tienen elementos comunes que los destacan como la opción actual para lograr un cambio social de manera pacífica; y el organizado por el PRI poblano cuenta con:

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Táctica del PRI es incongruente: Lozano
Por Guadalupe Juárez
Después de que el Revolucionario Institucional (PRI) anunciara una serie de acciones para responder al llamado de su abanderada Blanca Alcalá Ruiz a una “resistencia civil”, la cual incluyó una petición al gobernador Rafael Moreno Valle para levantar una mesa de negociación para que garantice “sacar las manos” del proceso electoral, el vocero del PAN, Javier Lozano Alarcón, calificó la estrategia como incongruente.
En conferencia de prensa, el también senador aseguró que los priistas no son elocuentes, ya que primero arremeten contra el mandatario estatal e incluso “clausuran” Casa Puebla y después piden reunirse con él.
“Lo de la mesa de diálogo es paradójico. ‘Te desconozco, eres un arbitrario que no tienes credibilidad, saca las manos del proceso (electoral). Pero después van y tocan la puerta”, añadió.
Expresó que en caso de que se acceda a una reunión, en la que se comprometa a brindar a los partidos información de primera mano en la realización de los comicios en cuanto a sus competencias, Acción Nacional (PAN) participaría, con la condición de que en la mesa se encuentre un representante de la Secretaría de Gobernación y no la delegada en Puebla, Ana Isabel Allende, quien fue dirigente estatal del tricolor.
La presencia de autoridades federales tendría el objetivo de garantizar que los operadores priistas no utilicen programas como Prospera.
Lozano Alarcón describió la serie de medidas de los priistas, entre ellos la “manifestación” frente a las instalaciones del Instituto Electoral del Estado (IEE) como un show mediático.

CORTESÍA CDE DEL PRI
Chantaje, medidas priistas: politólogo
Por Serafín Castro
Para el politólogo del Tecnológico de Monterrey campus Puebla Daniel Tapia, el anuncio de la huelga de hambre y la resistencia civil pacífica de Blanca Alcalá Ruiz y su equipo de campaña sería parte de una medida “desesperada” para conseguir votos durante los últimos días previos a la elección del 5 de junio.
A decir del catedrático, la estrategia serviría como un intento para victimizarse y “chantajear” al electorado, con la finalidad de influir en el voto switcher –o indecisos–, que podría definir el resultado de la elección, y sumarlos a su proyecto para disminuir la ventaja que varias encuestas publicadas en medios nacionales y estatales dan al candidato de Sigamos Adelante, Tony Gali, sobre la priista, la cual oscila entre 8 y 11 puntos.
No obstante, señala el catedrático, en marketing político hay una “regla de oro” que establece que lo que un candidato no pudo sumar en varias semanas de campaña política, difícilmente lo hará en los cinco días que restan del proceso electoral.
Por lo anterior, ve difícil que, de ser ciertas las encuestas, Blanca Alcalá sobrepase al candidato Tony Gali, sobre todo porque la campaña de la priista ha estado envuelta en “claroscuros” y escándalos que no la dejaron elevar la preferencia del electorado a su favor.

Lectura de la resistencia civil
Explica Daniel Tapia que otra lectura que se le puede dar a la estrategia anunciada por la candidata a la minigubernatura de Puebla es que la resistencia civil pacífica a la que llamó sea una medida más para llevar la elección hasta los tribunales electorales, para judicializarla y anularla en caso de que las encuestas estén en lo correcto y que los resultados del 5 de junio no le favorezcan.
Lo anterior, detalló el politólogo, toma fuerza ya que la candidata y su equipo de campaña han acusado al gobierno de Rafael Moreno Valle de llevar a cabo una “elección de Estado” para favorecer al candidato del “partido oficial”, Antonio Gali Fayad.
Cabe recordar que el domingo Blanca Alcalá anunció que iniciaría movilizaciones pacíficas para exigir al gobernador que “saque las manos” de la elección, luego de que no llenara un acto proselitista en la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán, a consecuencia de un boicot y las presiones a los transportistas que tendrían que llevarlos hasta la sede del evento.
