Por si algo mal le pudiera faltar a la campaña de la candidata del PRI a la gubernatura del Estado, Blanca Alcalá, un nuevo escándalo está a punto de tocar a su puerta.

Alcalá tendrá que definir muy claro su postura en torno a la violencia en contra de las mujeres.

¿Qué va a decir la candidata cuando se entere de que Don Dinero de su campaña golpeó a su mujer hace unos días, por lo cual se tuvo que ir de su casa?

La historia es la siguiente: Don Dinero tuvo un grave problema matrimonial: su esposa se enteró de su “aventura”, a la que conoció durante su estancia en Ciudad de México y de la cual quedó completamente enamorado.

Su esposa le reclamó el amorío y Don Dinero, como todo un gañán, comenzó a golpearla; por supuesto, después del pleito tuvo que dejar su casa e irse a vivir a un hotel, no sin antes amenazar a la señora con hundirla si se atrevía a abrir la boca. Lo que este personaje no sabe es que todo está grabado. Sí. Grabado.

El tema le va a pegar directamente a la candidata. La pregunta para Alcalá es: ¿seguirá manteniendo al golpeador dentro de su staff? Si es así, ¿qué hará cuando las grabaciones se conozcan? ¿Será el fin?

Don Dinero, quien a partir de ahora será conocido como El golpeador de mujeres, habla todos los días y sostiene desde hace varios años, una muy buena relación con uno de los operadores morenovallistas. ¿Lo sabe Blanca?

Las conversaciones entre ambos están grabadas y en buenas manos: a este operador le aficiona coleccionar estos temas.

Don Dinero, durante toda la campaña de Blanca, ha intrigado contra quien considera traidores: medios de comunicación, empresarios, políticos; no se cansa de intrigar y descalificar, con sed por hacer daño e intoxicar a la candidata.

Gran parte de los rencores que hoy respira Alcalá se los debe a Don Dinero. Pero no le cuenta lo que le hizo a su esposa. ¿O sí?

Una larga lista de simuladores

Entre los priistas “que hacen como que hacen” y no hacen nada, anote al exdiputado Alberto Amador Leal, cacique en la Sierra Norte, específicamente de Huauchinango.

Hace días, Amador fue acusado con el líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, por jugarle las contras.

Por supuesto, el exdiputado y exsecretario de Desarrollo Social alegó que nada tenía que ver; que, al igual que Melquiades Morales Flores, él no podía responder por los actos de sus familiares.

Y es que sus dos sobrinos: Carlos y Omar Martínez Amador, exediles y expriistas, están volcados con todo operando en la sierra Norte a favor de Antonio Gali Fayad.

Amador se defendió bajo el hecho de que él no puede hacerse responsable de los actos de sus sobrinos, pero lo que omitió decir es que los familiares operan desde la casa de su tío, que se ha convertido en el centro de operaciones de Gali.

Huauchinango, que en un principio le había respondido bien a Blanca Alcalá, comienza a complicarse para el PRI.

Lo mismo ocurre en Xicotepec de Juárez, en donde las cosas se complicaron a causa de la rivalida entre el diputado federal Carlos Barragán Amador y el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) Ardelio Vargas Fosado (El Diablo).

La rivalidad entre los dos personajes echa chispas en la Sierra Norte, donde se disputan el control y el liderazgo de la zona.

Basta decir que Carlos Barragán (El Gallo) se hizo de la diputación federal luego de que por seis años estuvo en manos de los Vargas, Ardelio y su hija Lupita, a quien le pasaron la estafeta en San Lázaro.

Carlos se ha mantenido leal de Blanca, pero Ardelio, además de tener compromiso con Moreno Valle, de quién fue su primer secretario de Seguridad, ha comenzado a dudar, debido a que, si apoya a Alcalá entonces con su trabajo apuntalará a su odiado enemigo, lo que busca evitar a toda costa.

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