Por Mario Galeana
Hasta el cierre de esta edición, el Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI no había dado a conocer la presentación de la denuncia que anunció el domingo pasado, ante la supuesta grabación de conversaciones telefónicas de sus militantes.
A través de un comunicado, el domingo 19 la dirigencia estatal dijo que las supuestas grabaciones han sido difundidas a través de filtraciones periodísticas e interpretadas “de manera dolosa”, por lo que “no reflejan el sentir del priismo poblano”.
En entrevista telefónica, Mario Conde, representante jurídico del CDE priista, evitó precisar ante qué autoridad de procuración y administración de justicia sería presentada la querella, para “poder darle un buen curso” a la misma.
“Lo que te puedo decir es que nosotros seguimos claros en el espionaje telefónico, la intervención a las comunicaciones de los diversos actores del partido y, en ese sentido, se hará la presentación de la denuncia. No podría responder más allá, para poder guardar la secrecía de la denuncia”, declaró.
En el comunicado donde la dirigencia estatal del PRI anunció la denuncia, que sería presentada ayer, también se rechazó de manera categórica las versiones periodísticas que apuntan un posible pacto electoral entre el gobierno federal y el gobernador Rafael Moreno Valle, en detrimento de la excandidata Blanca Alcalá Ruiz.
A su vez, el CDE agradeció el apoyo que recibió la senadora con licencia por parte del entonces líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivero, y externó también “su absoluto respaldo, reconocimiento y confianza” al presidente Enrique Peña Nieto y, “particularmente”, al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Esto, luego que se revelara una conversación vía WhatsApp entre priistas, donde Alejandro Armenta Mier afirmara que “en Puebla no perdimos nos entregaron. esa es la verdad y todos lo sabemos” (sic).
