Guadalupe Juárez, Tania Olmedo y Carlos Anzures
Enviados

COXCATLÁN. Esta madrugada de domingo, deudos de las 11 personas asesinadas en la comunidad El Mirador aguardan en un predio ubicado detrás de la presidencia de esta cabecera municipal a que los cadáveres de sus familiares sean trasladados aquí, desde la morgue de Tehuacán, donde se les practicó la necropsia de rigor.

La espera se ha prolongado medio día seco y media oscura madrugada, pues policías y autoridades municipales aseguraron a los parientes –de la familia masacrada la madrugada del viernes, en un aparente venganza y rivalidad añejas– que los cuerpos llegarían por la noche del sábado o “hacia la una de la madrugada” y cedieron el sitio donde se improvisó un altar con flores. Sin embargo, avisaron que demorarían hasta las tres y luego a las seis de la mañana, según el testimonio de los afectados.

La autoridad municipal ha ayudado a los deudos con los trámites y el funeral. Incluso, destinaron un vehículo para anunciar con perifoneo que se velarían los cuerpos en el terreno mencionado; sin embargo, vecinos de esta cabecera municipal aseguraron que tenían temor de que los agresores de la familia de Potrero-El Mirador hicieran un segundo ataque en este sitio.

Foto: Tania Olmedo
Foto: Tania Olmedo

Sólo una decena de familiares se quedó en este lugar, habilitado con sillas de plástico que regularmente se utilizan para realizar talleres y reuniones vecinales, sin más remedio, pues trasladarse a Potrero-El Mirador es imposible en estas horas dados los laberintos de terracería cuesta arriba que caracterizan el acceso, que carece de iluminación, y que deja al automovilista con la sierra a un lado y un desfiladero al otro.

Para llegar a El Mirador, es necesario pasar primero por la comunidad Potrero. Caída la oscuridad en la región, vecinos aseguraron que el camino había sido cerrado.

Por la noche, esta cabecera municipal cobró la vida que no tiene de día, vapuleada por el calor y la pobreza. Mientras el auto blanco del perifoneo anunciaba la realización del funeral, en el zócalo se realizó una festiva muestra de autos “tuneados” –reforzados para mejorar su tracción y velocidad– que la presidencia justificó como programada de antemano e imposible de suspender por el duelo que mantuvo a los vecinos en tensión durante todo el día, lo mismo que el viernes, cuando se difundió la noticia de la masacre.

“Un momento de alegría después del luto”, consideraron algunos vecinos que accedieron a hablar de la situación hacia las 21:30 horas de sábado, cuando se desarrollaba la presentación de los coches.

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