Por Mario Galeana
“¿Qué nos está haciendo falta como partido para convencer a la gente?”
Hace varias noches que esa pregunta se revuelve en la cabeza de Blanca Alcalá Ruiz. La “líder moral” del PRI reapareció a 12 días de que afirmara poseer una “tendencia favorable” de votos, declaración que a la postre quedó derruida con el conteo total de la elección y los casi 12 puntos que mediaron entre ella y José Antonio Gali Fayad, el gobernador electo.
Su reaparición ocurrió el 17 de junio pasado, en medio de una comida ofrecida por la dirigencia estatal del partido a operadores y líderes del priismo en Puebla, donde las ausencias de su excoordinador de campaña, Alejandro Armenta Mier, y de priistas señalados por participar a brazos caídos en el proceso, como el delegado Enrique Doger Guerrero o el subsecretario federal Juan Carlos Lastiri Quirós, fueron el siseo constante entre las sobremesas y los manteles blancos.
El acceso al encuentro, que se llevó a cabo en un hotel de San Andrés Cholula, estuvo restringido a la prensa, pero parte del discurso de Alcalá Ruiz logró colarse entre resquicios de ventanas y puertas.
“Más allá de las causas del porqué no ganamos, tenemos que encontrar las explicaciones y el mensaje que los ciudadanos nos están diciendo. No se trata de justificar, sino de pensar qué nos está haciendo falta como partido para convencer. Necesitamos un PRI que pueda recuperar lo que ya había perdido”, lanzó.
En su mensaje, Alcalá Ruiz repasó uno a uno los nombres de sus principales operadores electorales en el estado, donde incluyó a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y a la organización Antorcha Campesina, ambas señaladas por supuestamente mantener pactos con el Partido Acción Nacional (PAN).
El mensaje de la senadora con licencia fue antecedido por los discursos del dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, y el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Rogelio Cerda Pérez.
Ambos señalaron frente a unos 200 invitados la supuesta intervención del gobierno del estado en el proceso electoral, acusación sostenida casi mecánicamente durante los 60 días de campaña.
“No nos derrotaron, nos robaron un proceso electoral repleto de vicios, ilegalidades e infamias políticas”, lanzó Cerda Pérez, quien a lo largo de su discurso vitoreó el nombre de Alcalá Ruiz, pero su consigna no fue replicada con fuerza entre los asistentes.
“¡Blanca, Blanca, Blanca, Blanca, Blanca!”, gritaba el delegado del CEN, sin recibir el apabullante acompañamiento de todos los invitados.
“¿Qué nos está haciendo falta como partido para convencer a la gente?”, se pregunta Alcalá Ruiz. El tibio vitoreo hacia la excandidata hace suponer que, tal vez, el priismo tendría que convencerse antes a sí mismo.
