Por Mario Galeana y Serafín Castro
Menos de 48 horas después de la elección a gobernador en el estado, en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) inició una rebelión interna ante el estrepitoso fracaso en las urnas.
Mientras Juan Manuel Vega Rayet, delegado de la Sedesol en Puebla, exigió la renuncia de la dirigencia estatal del partido, el coordinador de campaña de Blanca Alcalá Ruiz, Alejandro Armenta Mier, responsabilizó del fracaso electoral obtenido al propio equipo de campaña, pero también a todos los priistas que “cínicamente no hicieron nada”.
A esa rebatiña se sumó el delegado del IMSS en Puebla, Enrique Doger Guerrero, quien urgió una “reestructuración” en el PRI poblano, aunque su solicitud fue reprobada por Armenta Mier, quien lo acusó de manera indirecta de no haber apoyado a Alcalá Ruiz a lo largo de la campaña.
El diputado federal fustigó en contra de los priistas que “están acostumbrados a ganar cuando pierde el PRI”, y sostuvo que la responsabilidad de la derrota electoral recae tanto en el círculo cercano a Alcalá Ruiz, donde él se encuentra, como en aquellos que “se quedaron en la comodidad y el confort de su escritorio burocrático”.
“Hay algo que es innegable: logramos despertar a un PRI en oposición (...) enfrentamos una elección de Estado, mientras que otros, quienes le deben al PRI todo –sus delegaciones, o que sus compañeros estén beneficiándose de la dorada democracia– estaban tal vez tomándose un jaibol en la veda electoral”, dijo ayer por la mañana en Al Portador durante una entrevista.
Sin aludir de manera directa a Doger Guerrero, quien tras recibir la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ausentó de la campaña blanquista, Armenta Mier sostuvo que “antes de hablar y levantar la mano para decir (algo) de la elección, hay que decir qué hice, qué aporté, cómo contribuí”.
Acusó: “la militancia tiene muy claro quiénes tienen complicidades perversas, y quiénes tienen complicidades cínicas, y quiénes tienen complicidades ocultas”.
Horas más tarde, tras un evento oficial de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el delegado Vega Rayet dijo que los resultados obtenidos por el PRI el domingo pasado hacen evidente una “inmediata reestructuración del Comité Directivo Estatal (CDE)”, encabezado por Jorge Estefan Chidiac.
“Me queda claro que tiene que haber una inmediata reestructuración en el CDE. Inmediata, así lo digo (…) Todos somos responsables (de la derrota), pero aquí hay un tema muy importante: el CDE fue quien llevó el proceso electoral”, declaró en entrevista.
Un día antes, durante una gira en la que acompañó al gobernador Rafael Moreno Valle, el delegado del IMSS declaró que Alcalá Ruiz –con quien compitió por la candidatura priista– fue una “excelente” abanderada, pero consideró que su caída electoral refleja la necesidad de un cambio en el Revolucionario Institucional poblano.
“La dirigencia local y nacional convocarán a una evaluación objetiva. No se trata de dar juicios apresurados. Hay que tomar las decisiones que mejor le convengan al partido político”, acusó.
Hasta ahora, la dirigencia estatal del tricolor no ha fijado postura ante la rebelión que se ha desatado tras la derrota de Alcalá Ruiz.
De hecho, la candidata priista ha evitado salir ante las cámaras después de que asegurara que poseía una “tendencia favorable” con respecto al candidato de Sigamos Adelante, José Antonio Gali Fayad.
