Fin del mito
Rafael Moreno Valle Rosas pulverizó el mito priista de que gobernador no pone gobernador. Cinco años fueron suficientes para que el inquilino de Casa Puebla diera un giro de 180 grados a la praxis política poblana. Después de los resultados de esta jornada la conclusión es una: los priistas no pueden construir proyectos transexenales porque no saben cómo, no lo entienden ni estan preparados para eso. Más allá del lugar común, queda demostrado que en política no existen casualidad, sino estrategia y poder. ¿Será?
El PRI en su laberinto
Luego de la estrepitosa derrota del tricolor y su candidata, el PRI en Puebla se alista para la cacería de brujas y la lucha por el control del partido con miras a la elección de 2018. La gran perdedora, la senadora con licencia Blanca Alcalá Ruiz, junto con sus principales allegados serán acusados de todos los males que sufre el tricolor, mientras que ellos justificarán el descalabro en las traiciones, la simulación y el boicot de varios liderazgos tricolores. Lo realmente lamentable es que todos los grupos en pugna tienen razón, es decir, todos son culpables de la derrota. El PRI demostró una vez más que lo suyo es la traición, la mentira y el engaño. No importa quien lo encabece. ¿Será?
Guerra de poder
Tras la jornada electioral de ayer, el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y sus aliados marinistas tendrán que asumir la costosa derrota en Puebla. Apostaron en esta elección por apoderarse de la estructura estatal, capitalizar un supuesto triunfo y encarrilar todo al proyecto presidencial beltronista. Los pronósticos fallaron y ahora enfrentan una cruda realidad: ¿dónde quedó la supuesta maquinaria invencible marinista? ¿Dónde quedaron los “liderazgos” marinistas y sus estructuras? Mario Marín Torres es un activo importante priista pero está muy lejos de ser el jefe de jefes. ¿Será?
Derrota barbosista
Quienes deberán poner sus barbas a remojar serán los integrantes del Frente de Izquierda Progresista, encabezados por el senador Luis Miguel Barbosa Huerta. Su estrategia de reventar la alianza PAN-PRD en Puebla y asumirse como oposición, cuando en realidad siempre han sido aliados del morenovallismo, les dejó muy malos dividendos. ¿Será?
