Choque de opiniones

 

La estrepitosa derrota del domingo 5 de junio dejó al PRI poblano sin argumentos para la judicialización de los comicios y, a la vez, dividió al fail team de la candidata Blanca Alcalá Ruiz en dos grupos: aquellos que están en contra de recurrir a los tribunales porque sólo quedarían en rídiculo, y los que apuestan por seguir a fondo la estrategia jurídica para continuar lucrando con el discurso de ataque contra el gobierno del estado. Estos últimos, nos dicen, son los que pretenden quedarse con el partido. ¿Será?

 

El gran perdedor

 

La debacle nacional priista del 5 de junio tiene como principal responsable al dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien no pudo sumar las nueve gubernaturas que tanto dijo que iba a ganar en el país. En Puebla, el político tiene como principal aliado al exgobernador Mario Marín Torres, quien resultó uno de los peores lastres de la candidata Blanca Alcalá Ruiz. Con la derrota a cuestas, ambos priistas viven un escenario bastante complicado rumbo a 2018: el primero pretendía convertirse en candidato presidencial y el segundo ser abanderado al Senado. Ahora tendrán que enfrentar la rebelión de sus adversarios al interior de su partido. La otra guerra apenas inicia. ¿Será?

 

La loca carrera presidencial

 

Los resultados electorales en las 12 gubernaturas provocaron un drástico cambio en los escenarios políticos. El PAN se convirtió en la opción real para vencer a Andrés Manuel López Obrador, mientras que el PRI quedó marginado y con una profunda crisis interna. Una vez que se conocieron las tendencias, circuló la versión de que el principal enemigo del tricolor está en su interior. Algunos interpretaron la derrota como una zancadilla a Manlio Fabio Beltrones. Lo cierto es que el tricolor atraviesa por una fuerte división debido a la coexistencia de dos grupos con aspiraciones rumbo a 2018. ¿Será?

 

¿Y el respaldo ciudadano?

 

Una muy larga explicación nos debe la candidata “independiente” Ana Teresa Aranda Orozco. Ocurre que en su registro ante el Instituto Electoral del Estado presumió la entrega de más de 150 mil firmas de respaldo, pero en la contienda electoral no logra sumar más de 67 mil sufragios. ¿Dónde quedó el resto de los apoyos? ¿Será que hay mano negra detrás?

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