La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

El 5 de junio, los mexicanos (los poquísimos que votan en todo el país) salieron a decirle al PRI que ya están hartos del PRI.

El presidente Peña Nieto los escuchó con atención y determinó entronizar en lugar de Manlio Fabio Beltrones a un brillante abogado en materia electoral que en el pasado reciente renunció al PRI: Enrique Ochoa Reza.

Sus críticos han sacado la espada de la moral política —sobre todo el muy moral Ulises Ruiz— para desacreditar su llegada.

Otros pobres diablos han hecho lo mismo en las redes sociales.

Ellos lo saben o tendrían que saberlo: en Los Pinos no se escuchan los chillidos de los marranos.

¿Ya se les olvidó qué dijeron los mexicanos el 5-J?

Al presidente Peña no.

Por eso está por poner a un No-Priista en el CEN del PRI.

Los escasos votantes de este país lo dijeron muy claro: estamos hartos de los priistas de toda la vida, de los que cobran en los gobiernos y se van de delegados fantasmales a perder todas las elecciones (Jaime Alcántara Silva es un gran ejemplo en este tema).

Estamos hartos de las priistas de huipil como Beatriz Paredes, de los priistas de copete de pachuco como Emilio Gamboa, de los priistas que sólo hablan y hablan y terminan por jamás decir algo que valga la pena.

De todos esos priistas estamos hartos, dicen que dijeron los poquísimos mexicanos que votan en este país.

En Los Pinos se escuchó la arenga nacional y el presidente Peña actuó en consecuencia.

Por eso ahora les mandó a un No-Priista.

Por eso sacó de la CFE a Ochoa Reza y lo envió a salvar lo poco que queda del priismo.

Sus defectos son, quién lo dijera, sus virtudes.

Vea el hipócrita lector:

Renunció al PRI porque quería ser consejero electoral, tomó la ruta de la tecnocracia, no se sabe de memoria ninguna frase de Colosio, ignora el slogan del PRI, no sabe cómo llegar al CEN (sito en Insurgente Norte 59, colonia Buenavista), cree que Agustín Basave todavía es presidente de la Fundación Colosio, cree que “Democracia y Justicia Social” es el lema del PRD, cree que Luis Echeverría está muerto, piensa que Mario Marín sigue siendo un factótum en Puebla, no sabe cómo se llama la presidenta interina, no usa guayabera, no dice “hermano” ni “cho gusto” cuando saluda a alguien, tampoco dice “compañero de partido”, no sabe dar aletazos de caguamo, ignora quién fue Plutarco Elías Calles, cree que Lázaro Cárdenas es una larga avenida de la Ciudad de México...

Por todo esto, pues, el presidente lo escogió y por eso será —es cosa de horas— el nuevo dirigente nacional del partidazo.

Faltaba más.

 

Limpia en el PRI de Puebla

Con la mano en la cintura, muy quitado de la pena, Paco Guerrero —el del Porsche rojo del PRI— despidió a tres delegados del Comité Directivo Estatal por así convenir a sus intereses (que son muchos).

Esta quincena ya no cobrarán sus sueldos los señores Héctor Laug senior, Héctor Laug hijo y Jesús Vega.

Y por así también convenir a sus intereses (que son variados) les aumentó el sueldo a su papá y a su hermano: el primero —don Felipe Guerrero Ríos—, delegado en San Martín Texmelucan, y el segundo —Fabio Guerrero—, que técnicamente es aviador en la nómina.

Éstas son las más recientes acciones en el partidazo luego de la fatal derrota del 5-J.

¡Democracia y Justicia Social!

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