La fundación que preside Eduardo Serio tiene una firme misión: lograr la igualdad en el trato a todos los seres vivos, comenzando por los animales que han perdido la dignidad en circos y criaderos.
Por Luis Conde
Hace dos años una foto cambió el camino de Eduardo Serio.
Durante un viaje por Monterrey, el entonces residente de Los Ángeles, California, se topó con un jaguar negro plasmado sobre un papel.
El destino del felino era uno: servir como entretenimiento entre los estantes de una tienda de mascotas.
Ese fue el motor para que Eduardo dejara a un lado su vida como empresario en el extranjero y regresara a México con la misión de cambiar la conciencia de las personas y enseñarles una cosa: todos, humanos y animales, merecen un trato digno.
Fue entonces cuando decidió crear Black Jaguar-White Tiger, una fundación que no busca algo más que la igualdad de trato a todos los seres vivos.
Luego de que el 8 de julio del año pasado entrara en vigor la Ley General de Vida Silvestre, la cual prohíbe utilizar animales salvajes en los circos, Eduardo Serio supo que tenía que hacer algo para ayudar a los que, de alguna manera, quedaron en situación de orfandad.
Ese fue el primer peldaño de la escalera que a diario construye con la fundación que preside, la misma que le ha dado una segunda oportunidad a más de 230 felinos como tigres, leones y leopardos.
Pero las cosas no han sido color de rosa. La aprobación de esta ley trajo consigo consecuencias y no todas fueron positivas.
La iniciativa impulsada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) establece que los circos no deben usar animales salvajes como parte de sus espectáculos, es decir que, de ser un medio para conseguir financiamiento, los animales pasaron a convertirse en un gasto más para los dueños de estos centros de espectáculos.
Después de esto, la incertidumbre se apoderó de los cirqueros. Muchos animales fueron vendidos a particulares, otros más se mudaron al santuario de Eduardo, pero algunos con menos suerte fueron abandonados y tuvieron los días contados.
Durante julio de 2015 Black Jaguar-White Tiger rompió un récord, el de rescatar a más de 80 animales de todo México en un periodo de 30 días. Meses después, el número aumentó a 120.
Eduardo se mantiene optimista. El líder del primer y único santuario especializado en grandes felinos en México asegura que la creación de esta ley es sólo el primer paso de un largo camino en busca del trato digno a la vida animal. Y como en toda guerra, siempre hay bajas.
Prohibir animales en circos, sólo el primer paso
“Esta ley me parece increíble, pero claramente todo puede ser perfeccionado siempre”, asegura Eduardo.
La realidad para los animales que habitaban los circos y se ganaban la vida a través de aplausos ha dado un giro de 180 grados desde la aprobación de esta ley.
Ahora, algunos han encontrado una segunda oportunidad en refugios o santuarios, pero es sólo el primer paso de un largo camino. De acuerdo con Serio, lo que sigue en esta lucha en busca de igualdad es tipificar el maltrato animal como delito en todo el país.
Sin embargo los retos son variados. “El más grande reto es concientizar a la gente. Una parte es estar rescatando animales. Con la mano derecha rescatas y con la izquierda buscas regular a las personas que los usan como entretenimiento. Hay mucha falta de consciencia por estas cosas”.
“Sí, estamos salvando animales. Pero mi principal meta es cambiar a los humanos a través de los animales. Quiero que la gente se identifique con los sentimientos que tienen los animales, que sepan que despiertan de malas, que se enojan, que juegan”, sostiene.
Es así como esta fundación integrada por 35 personas más colaboradores temporales cumplirá dos años de servicio a la vida silvestre en México el próximo agosto.
Actualmente este hogar se integra por una familia de más de 230 especies. Y su misión se mantiene clara: Rescatar el mayor número de animales de los circos, criaderos (legales e ilegales) y de las personas que los tienen como mascotas.
El siguiente escalón
La fundación tiene un proyecto actualmente junto con el Gobierno Mexicano, la Semarnat y la Profepa para reproducir, reintroducir y repoblar las especies de aves endémicas de México, en peligro de extinción, a su hábitat natural; aunque aún no se anuncia de manera oficial, Eduardo Serio asegura que estas acciones están dando resultados para generar un cambio.
—¿La sociedad en México está lista para esto, es decir, para que particulares se hagan cargo de animales salvajes?
—Como siempre, todo tiene un comienzo. México está a la vanguardia en cuanto a cuidado animal. Falta reglamentar las cosas. Estamos hablando de regular tradiciones y cosas muy complejas. Siempre existe la falta de consciencia. Es un siempre un “estira y afloja”.
