Por SOMMELIER MICHELLE CARLÍN /@purpleandwine

Recientemente tuve oportunidad de catar a ciegas, por regalo de un amigo, una de las Apelaciones de Origen Protegido (AOP) conocida como Madiran, del sur de Francia elaborada con al menos 50% de uva tinta Tannat. Me llamó la atención cómo esta uva tuvo una personalidad suficientemente sólida para resistir el paso de los años.

El vino era impecable, tenía 17 años de edad y lo mejor de todo es que estaba dentro de un rango de precio bastante asequible.

Su color mostraba evolución y captó mi atención con su tono granate y su turbidez, como si no estuviera filtrado; en la nariz presentaba toques de tierra mojada, animales de caza, toques sanguíneos, de regaliz y establo, gamas diferentes a lo que había probado de esta uva procedente de Uruguay. En la boca su tanino se había suavizado con el tiempo hasta un grado sedoso pero aún mostraba la corpulencia que tuvo alguna vez en su juventud, gracias a la cual pudo llegar en tan buen estado hasta 2016; hoy se presentaba sutil, fino y delicado, con una fresca acidez y alcohol vaporoso, representando fantásticamente a la uva y su denominación de origen.

 

Recuerdos

Mi primer acercamiento a esta uva sureña fue en 2007, cuando vivía en Argentina. Recuerdo que al instante me enamoré de su vivo color violeta, acompañada de su potencia moderada en boca; de inmediato pensé: “esta uva es para mí” y me dediqué entonces a comprar todo el Tannat uruguayo que encontré en el supermercado.

Hoy sigo fascinada cada vez que tengo la oportunidad de probar algo que diferente a lo que yo creía conocer, me emociona confirmar el potencial infinito que tiene cada uva cuando se conjugan todos los factores disponibles creando algo único, difícil de repetir, y con la Tannat francesa y uruguaya se cumple esa versatilidad a la perfección.

 

Su origen

El nombre tiene origen en el occitano, ya que tan hace referencia al “tanino”. Esta uva es de color intenso con gran potencia, por lo cual es amante del roble, para moderarse y suavizarse; en muchos casos requiere cierta microoxigenación mediante dosificación intencional o impulsada naturalmente por la porosidad de la barrica.

Esta uva tiene su casa en el sureste francés donde representa 70% de la producción de la zona, donde ha sido muy aceptada... o ella aceptó vivir y convivir en el sur del continente americano, especificamente en Uruguay.

En el viejo mundo se presenta con taninos potentes y en la mayoría de las ocasiones requiere estar acompañada de las tintas Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Fer Servadou, para beneficiarse de ellas, se complemente y suavice un poco; en contraste, en el cono sur se puede mostrar solitaria e increíble sin necesidad de ninguna consorte.

 

Pasado y presente

Cuando migrantes vascos la llevaron a Uruguay encontró su casa, donde se convirtió en la uva nacional, experimentando una fama como jamás la conoció en su hogar francés. Se ha extendido hacia Argentina, donde se trabaja bastante bien pero aún no llega ni a los talones de lo que la uva Malbec produce; en California, especialmente en la parte de Paso Robles y Santa Cruz Mountains, se muestra con tonos de jalea y confitura con color cereza negra profunda y aromas de fruta negra, toques minerales, humo, hierbas finas y especias; rico en la boca con toques de carne ahumada y chocolate semi amargo en un largo y generoso final.

La uva es un vivo ejemplo de adaptación y del gran potencial propiciado por el terroir de cada región. Si no la has probado, éste es el momento de hacerlo.

 

Mis recomendados

Los grandes. Viejo mundo: Chateau Montus, AOP Madiran (Francia).

Nuevo mundo: Tablas Creek, Paso Robles AVA ( California).

Los accesibles. Viejo mundo: Château Barréjat, Madiran (Francia).

Nuevo mundo: Isla de Lobos Tannat-Cabernet Franc  (Uruguay).

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