La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Quiso entrar a Grupo Imagen.
Pidió tres, cuatro, cinco citas.
No se las dieron.
O sí, pero sin resultados.
Alegó influencias.
Imposible.
Un banco de madera —extremadamente incómodo— fue la respuesta.
De pronto, gracias a un empresario del transporte logró entrar a TV-3.
Es decir: Televisa Puebla.
El quintacolumnista se refiere a Iván Mercado, ex titular de noticieros de Radio Oro.
Es cosa de días para que aparezca en el noticiero matutino en lugar de Carolina Gil y Rodolfo Anzaldúa.
La noticia no les cayó nada bien a algunos de los reporteros de dicha empresa.
Y es que varios pasaron por Radio Oro y enfrentaron la esquizofrenia galopante de quien siempre quiso ser el José Gutiérrez Vivó del quinto patio.
Dichos reporteros están devastados.
Nada los consuela.
En su agenda del día tendrán que incluir los malos modos de su ex jefe.
O de su nuevo jefe.
El gallinero está alborotado.
Los socios de Iván Mercado —varios políticos del marinismo— ya se frotan las manos.
Es que negocios son negocios.
O como diría McLuhan: el medio es el mensaje.
Un Foro con Tufo Marinista
Álvaro Delgado seguramente no sabe que vendrá a Puebla a presentar su nuevo libro —El amasiato— en un foro priista-marinista por excelencia: La Tocinería, de Jesús Manuel Hernández.
El empresario-periodista, faltaba más, fue uno de los consentidos de Mario Marín en su tristemente célebre sexenio, al grado de que éste lo mandó a España en varias ocasiones por cortesía de su gobierno.
Hoy en día, el negocio de comidas rápidas de Jesús Manuel —alguna vez fue el reino de las comidas lentas— sirve semanalmente como foro de las ruedas de prensa del Comité Directivo Estatal del PRI.
En ese espacio, pues, con esas compañías, será presentado el libro más reciente de Álvaro Delgado.
Noticias del Desastre
No fue el personal de Protección Civil quien rescató de un autobús de pasajeros a una niña llamada “Lichita” en las primeras horas del desastre ocurrido en Huauchinango.
Un trabajador de Pinturas Sayer Lack llamado Jesús Antonio Rodríguez fue quien realizó tal hazaña.
Y sólo tuvo como apoyo a un compañero suyo: Salvador Cruz.
Con los días, era de esperarse, les robaron el mérito y los borraron de las fotos.
Desde el anonimato, ellos mejor que nadie saben cómo lograron que la niña esté, sí, más viva que nunca.