La titular de la Sedatu y el gobernador Moreno Valle visitaron Tlaola, donde verificaron que los damnificados reciban la atención pertinente
Por Guadalupe Juárez
“No, el presidente municipal no nos ha ayudado. Desde el domingo lo andamos buscando y ni sus luces. Ahorita para la foto sí viene”, señala con enojo un grupo de personas damnificadas.
“Esperen, vamos con calma”, dice la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, en su recorrido en el municipio de Tlaola, la demarcación que le fue “encargada por el presidente de la República”.
Los reclamos siguen. El edil Abdías Castillo calla.
El agua potable. Alimentos. Las viviendas. Las parcelas. La inseguridad...
“Esperen, esperen, vamos por pasos. Primero es la seguridad de la gente, sus vidas, que no corran peligro. Ya después vamos a limpiar las casas, reconstruir lo que no se puede salvar”, explica el gobernador Rafael Moreno Valle.
Junto a Rosario Robles los canaliza a una mesa de atención, instaladas en el patio del albergue temporal instalado en la comunidad de Xalteputla, Tlaola.
“A ver... arriba la mano los que necesitan apoyo con sus casas. Ahora los del campo”, ambos dan instrucciones.
- ••
Martes. El peligro parecía estar lejos, la lluvia dio tregua, los caminos comenzaron a despejarse, las personas en zonas vulnerables fueron llevadas al albergue. En la visita a la zona de desastre del presidente Enrique Peña Nieto, las autoridades determinaron pasar de la etapa de emergencia a la reconstrucción.
Pero el gobernador revisa su celular al preguntarle por las personas fallecidas a causa del siniestro. Siguen las mismas. 36. A las pocas horas, la cifra cambia, ya son 37 muertes. Pero afirma que continúan las búsquedas.
“Ya estamos llegando a los límites, cerca del final en ese tema, hay algunas personas que podrían terminar en defunciones pero creo que ya estamos terminando ese difícil proceso”, sostuvo.
“Queremos resolver con una varita mágica, pero vamos asegurar que vamos a trabajar para que al final de mi gobierno podamos resolver todas las afectaciones”, agrega.
- ••
Un pantalón deportivo holgado y una playera para caballero es lo que viste Emma Alvarado, habitante de Tlaola. “Es ropa que nos regalaron, la verdad sí nos están atendiendo, ahorita desalojaron nuestras casas porque el terreno está reblandecido y corremos peligro. Queremos saber en ese caso cómo nos van a ayudar si no sabemos si las casas se destruyeron”.
Sus dudas son despejadas por la titular de la Sedatu ante el puño de reclamos, dudas y acusaciones en contra del munícipe de la localidad.
“Calma, señores. Si son beneficiarios de algún programa federal, se les va a dar el apoyo aunque no tengan papeles, si es 65 y más, se les da; si es Prospera, tenemos la instrucción de hacer lo mismo. Yo me encargo de las viviendas, pero mis compañeros de Sedesol tienen esa orden”.
“Tampoco hay agua, señor gobernador”, demandan los habitantes de nuevo.
El mandatario poblano es acompañado por su gabinete estatal. Ordena atender las demandas. Prioricen los albergues, pide.
Moreno Valle sube a la camioneta que lo transborda, la secretaria de Sedatu también. Se despide. “Ahorita nos vemos, voy a recorrer Chicahuaxtla, me la encargó el presidente”, dice la ex titular de la Sedesol.