El viernes pasado en una hacienda de la ciudad de México se reunió el exdirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, con un grupo de exlegisladores federales que fueron integrantes de la legislatura que el sonorense presidió.
La reunión de Beltrones con sus excompañeros de bancada no fue casual, ni una simple reunión de amigos para ver como la pasaban. El encuentro el cual contó con la asistencia de más de 200 exlegisladores, que decidieron junto con su excoordinador, conformar una asociación civil.
Esta asociación debe de ser vista como la nueva organización que le va a disputar al PRI la nomenclatura de este instituto político al peñismo. En los hechos es la nueva fractura entre el priismo de corte neoliberal que encabeza el presidente y los viejos “dinos” que buscan el regreso al nacionalismo y que no dudarán en “coquetear” con López Obrador en caso de que el tricolor se desfonde y opte por una alianza de facto con el PAN.
La idea de don Beltrone es disputarle al peñismo las candidaturas rumbo al 2018 y si no se puede la candidatura a la presidencia, si obtenga él y su grupo, el mayor número de gubernaturas, senadurías y diputaciones federales en su negociación.
Tal es el caso de Puebla en dónde don Beltrones va a impulsar con todo a su discípulo, Enrique Doger Guerrero, actual delegado del IMSS en Puebla, y quien estuvo presente en la reunión del pasado viernes, ya que formó parte de la bancada priista que coordinó Beltrones.
Quienes se imaginaron que Manlio Fabio se iría del PRI se equivocaron rotundamente, don Beltrone se va a quedar para disputarle centímetro a centímetro al peñismo el control del “partidazo”, lo cual se va a traducir en una lucha fratricida, la cual se puede traducir en el exterminio del tricolor en el 2018.
A todo mundo le quedó claro que el “beltronismo” es una nueva corriente al interior del PRI, apoyada desde el gobierno de Sonora, en manos de una discípula de Beltrones, Claudia Pavlovich.
De hecho, algunos de los asistentes que acudieron al encuentro, a los cuales les fueron quitados los celulares para poder entrar, a la salida expresaron su total respaldo a la postulación de Beltrones como candidato del PRI a la presidencia de la República.
Beltrones va a ser el ariete que golpetee al PRI de Peña desde dentro de este instituto político.
La suerte del PRI está sellada, el ala peñista está dispuesta a impulsar una candidatura en común de facto con el panismo como tal de detener a López Obrador, pero el tabasqueño, también de facto, ya cuenta con el apoyo del “beltronismo” incrustado en el PRI para poder fragmentar esa alianza.
El 2018 ya desde ahora se pone más que interesante, los discípulos de Beltrones van a dividir aún más al PRI ya de por si fragmentado, luego de la estrepitosa derrota sufrida en 7 entidades el pasado 5 de junio.
Estados como Puebla, en donde el tricolor está más que divido, sufrirá aún más fracturas cuando el “beltronismo” reclame sus posiciones para los próximos procesos, sobre todo en el tema que tiene que ver con la disputa de la candidatura a la gubernatura del estado, en donde ya desde ahorita se perfila una lucha entre Juan Carlos Lastiri (gente de Osorio Chong) contra el “beltronista” Doger y el “ochoista” Estefan, quien además tiene como otra de sus cartas a José Antonio Meade.
El choque de trenes que se aproxima al interior del tricolor solo augura más penurias para el partido que hasta antes del 2010 era el hegemónico en el estado; en tanto, Morena se presta para disputarle de tú a tú la plaza al panismo-morenovallista, el cual también tendrá que esperar para poder definir su futuro.
Y es que dentro de las filas del morenovallismo todo depende de si se cristalizan o no las aspiraciones del líder y cabeza de este grupo, el aún gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien se juega un mano a mano con Ricardo Anaya y Margarita Zavala.
