Aunque muchos no lo crean, los bonos del secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña, crecen, en la medida en que los escándalos de corrupción envuelven a la administración peñista y a los gobiernos del PRI.

Meade, un hombre sencillo y sin grandes riquezas, se perfila para ser el candidato del tricolor a la Presidencia de la República; por esa razón, Toño, como le dicen sus amigos, no tiene cola que le pisen, es decir, no es susceptible a verse envuelto en un escándalo de corrupción.

La corrupción va a ser la bandera de la próxima elección federal del 2018 y los escándalos en que estén envueltos los aspirantes a Los Pinos sin duda será el pan nuestro de cada día, de ahí que tanto el presidente Peña, como el PRI, estén cada día más atentos en la figura de José Antonio, un personaje que si bien no tiene un buen posicionamiento, tampoco arrastra los negativos de otros personajes, como Osorio Chong, Beltrones o Videgaray.

Tras el golpe asestado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE al secretario Aurelio Nuño, otra de las cartas del presidente de la República, Meade ha retomado fuerza, pese a no ser identificado como un priista “puro”, lo cual le da otra ventaja al secretario de Desarrollo Social.

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Los bonos del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, también se fueron a la baja con los plantones y manifestaciones por parte de la Coordinadora, la manera en que se manejó el asunto tiene muy molestos a los señores de la iniciativa privada y muchos sectores de la sociedad mexicana.

Ahí es donde precisamente entra en escena Meade, quien es bien visto tanto por priistas como por los panistas. Hay que recordar que fue subsecretario y secretario de Hacienda en el sexenio de Felipe Calderón.

Por si fuera poco, ya en otra entrega abundé sobre la buena relación que Meade estableció con los Estados Unidos durante su paso como canciller de México.

Meade es bien visto por los gringos y por los intereses que tienen en nuestro país, por lo que es una de sus cartas para poder gobernar México.

No va a ser fácil para Meade el quedarse con la candidatura del tricolor a Los Pinos, pero de que es bien visto, es bien visto, y también sea consolidado como una buena opción.

En Bucareli, el secretario Osorio ya sigue con mucho cuidado los pasos de este personaje, el cual de manera lenta gana poco a poco los consensos al interior del tricolor.

Una posible postulación de Meade por el PRI sería una excelente noticia para el presidente del PRI en Puebla, el diputado federal, Jorge Estefan Chidiac, quien podría verse beneficiado de la posible designación de su amigo de estudios en el ITAM.

Meade tiene varios amigos entrañables en Puebla, como lo he mencionado varias veces, uno de ellos es Estefan, otro José Antonio López Malo, de parte del PRI.

Pero también es buen amigo del gobernador Moreno Valle y de su jefe de la oficina, el talentoso Roberto Moya Clemente, uno de los personajes más cercanos al hombre que suena fuerte para convertirse en el candidato del PRI a Los Pinos.

Si puede ganar o no, ese ya es otra cosa, lo cierto es que Meade cada vez gana más simpatizantes y de él se va a hablar mucho de aquí al 2018.

Muchas, pero muchas cosas aún quedan por ver rumbo al 2018, un año más que apasionante y definitivo para el futuro de México.

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