La limitada capacidad de almacenamiento impide a los gaseros protegerse contra la volatilidad del mercado; tras la apertura a las importaciones, la liberación de los precios se prevé a partir de 2017

 

Por Mario Alavez

Con la infraestructura actual, el país puede almacenar gas Licuado de Petróleo (LP) apenas suficiente para satisfacer la demanda de 2.4 días, por lo cual, para garantizar un equilibrio en un mercado recientemente abierto, hace falta ampliar en al menos 150% las instalaciones relacionadas con el sector, alertaron analistas del sector energético y empresarios.

De acuerdo a información de la Secretaría de Energía (Sener), esa capacidad representa apenas una sexta parte de la infraestructura de almacenamiento de la molécula que tiene Estados Unidos, principal país de origen del combustible que importan tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como empresas privadas a partir de la apertura del sector, el 1 de enero pasado.

Miriam Grunstein, especialista de la consultora Brilliant Energy, explicó que el rezago en la infraestructura para transporte y almacenamiento se debe al control que por años ejerció Pemex.

Antes de la apertura, la petrolera surtía el gas LP a los distribuidores, quienes salían a la calle a vender y no tenían ni requerían mecanismos de almacenamiento para protegerse contra la volatilidad del precio, porque había un precio controlado por mucho tiempo, explicó. Víctor Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores del Interior de Gas LP (Adigas), que agrupa a pequeñas y medianas empresas con presencia en 26 estados del país, señaló que los distribuidores no tienen infraestructura suficiente para almacenar el combustible.

En México, el transporte depende del ducto troncal Cactus-Guadalajara que tiene una capacidad de transporte máxima de 242 mil barriles .

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