La regidora capitalina Myriam Arabian señaló que el objetivo del Ayuntamiento es detectar viviendas en riesgo de sufrir daños

 

Por Guadalupe Juárez

El Ayuntamiento implementará en enero del próximo año un programa de regularización de inmuebles, ya que identificaron casas susceptibles de sufrir daños en algunas zonas de la ciudad de Puebla

El objetivo del programa es prevenir tragedias ante la temporada de lluvias o ante cualquier otro siniestro. “Muchas veces hay mucho riesgo en la misma construcción, no estás en una zona de riesgo pero cómo se construyó la vivienda no necesitas de un temblor, con una lluvia se cae el techo. Ya lo hemos visto, sucede porque las obras están mal ejecutadas”, explicó la presidenta de la Comisión de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, Myriam Arabian Couttolenc, en entrevista con 24 Horas Puebla.

Por otra parte, Enrique Nicolás Ramales, coordinador de la licenciatura de Arquitectura en la Universidad Iberoamericana de Puebla, sostiene que los errores de diseño técnico y de planeación hacen vulnerables a las construcciones ante un siniestro natural.

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Programa de regularización

El programa, aseguró Myriam Arabian, pretenderá identificar las viviendas frágiles y, de ser posible, reubicarlas antes de que haya alguna contingencia.

La junta auxiliar de La Resurrección –al  norponiente de la ciudad– es una de zonas identificadas con esta problemática.

La regidora sostuvo que es necesaria la intervención de las autoridades antes de que habiten más familias, pues una vez que se asientan en estos lugares es más complicado pedirles desalojar el lugar, a menos que haya una indicación de riesgo y sea necesaria la evacuación de los pobladores.

 

Planear antes de edificar

Enrique Nicolás Ramales Montes, coordinador de la licenciatura de Arquitectura en la Universidad Iberoamericana de Puebla, sostuvo en entrevista con esta casa editorial que los errores de diseño técnico y de planeación hacen vulnerables a las construcciones ante un siniestro natural, errores que van desde la elección del material, no contemplar cuántas personas vivirán en las edificaciones en un futuro y la falta de asesoría de un experto.

Ello sucede –señaló– debido a que cuando una familia carece de los recursos económicos necesarios para construir su casa en una sola etapa suele utilizar los espacios para distintos fines y no tienen un uso único.

Por ejemplo, si después de comprar un terreno su presupuesto les permite edificar un cuarto y lo habitan, éste es empleado como cocina, dormitorio y carece de características adecuadas a un solo fin.

Otro factor de una construcción mal planeada es que las familias por lo regular se apoyan de personas que trabajan en el sector pero que no pueden elaborar un proyecto arquitectónico que se adecue a las necesidades de quienes habitarán el inmueble.

Lo anterior puede ocasionar fallas en los cimientos o una mala elección de material, lo cual sacrifica el confort de las personas que vivirán en él, ya que cierto material es propicio a generar temperaturas que incomoden a los usuarios, especificó el investigador.

 

Ventajas de planear

Una vivienda planeada y con la asesoría de un experto que adapte las necesidades de una familia, frente a una construida sin estas características puede ser la diferencia entre perderlo todo, hasta la vida, o conservar la seguridad de quienes la utilizan ante una contingencia.

En este sentido, Ramales Montes ejemplificó el caso de un sismo. Mientras una construcción con todas las normativas podría mantenerse en pie ante un movimiento telúrico de 6 o 7 grados Richter; una casa mal construida apenas resistiría un sismo mayor de 3 grados.

 

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