Una serie de documentos en poder de esta casa editorial dan cuenta de los errores y fallas cometidos por las representaciones estatales de la SCT durante los concursos de licitación en los que participó esta empresa poblana de la construcción
Por Guadalupe Juárez
Constructpue de México no dejó huellas durante su participación en licitaciones, pero sí una serie de irregularidades en los procesos donde ganó contratos millonarios.
Modificaciones de nombre en el fallo, errores en el tipo de licitación, inasistencias a la junta de aclaraciones y la falta de firmas de algún responsable de la empresa en los documentos públicos son parte de las pocas pistas que quedaron de una de las compañías señaladas por un posible fraude a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
La compañía es investigada en la Secretaría de la Función Pública tras presuntamente falsificar contratos con el Gobierno del Estado de Puebla para avalar su experiencia en el ramo y ganar los concursos en los que cobró el anticipo, pero no terminó las obras.
Constructpue está ligada con el empresario Víctor Hugo Karam González, quien funge como su representante legal. Su esposa e hija, María Jacqueline Hernández y Karem Karam Hernández fueron accionistas fundadoras, aunque meses después de conseguir siete contratos por 641 millones de pesos, ambas vendieron sus acciones a Pascual Arellano y Rogelio Castillo, de quien no existe mayor información.
El movimiento formaría parte de una estrategia impulsada por Karam González para deslindar a su familia de los señalamientos que ahora pesan sobre la empresa.
En Yucatán gana licitación internacional... para una empresa pequeña
En los datos del portal CompraNet destaca que Constructpue de México es clasificada como una empresa pequeña, sin embargo, su condición no le impidió ganar en Yucatán un concurso de licitación abierta a nivel internacional, pese a no haber asistido a ninguna reunión.
Fue la “Modernización de la carretera Mérida-Yucatán”, con el código de expediente 583778. El fallo se dio a conocer el 13 de junio de 2014, al dar por ganadora del concurso de licitación a “Construpue de México S.A de C.V” con una propuesta de 153 millones 586 mil 69 pesos.
En el documento no se localiza la firma del representante de la compañía poblana, ni del órgano interno de control en la SCT.
Incluso, en una circular de la dependencia girada cinco días después aclara que al dar el fallo se equivocó en el nombre dando por hecho que se denominaba “Construpue de México”, pese a la equivocación indica que no hay cambios en los resultados publicados.
También hay diferencias en el tipo de convocatoria: al inicio refieren que el proceso es nacional, después corrigen al afirmar que pueden participar empresas internacionales.
Sin embargo, tanto en 2014 como 2015 la empresa poblana aparece en los listados de contratistas del gobierno de ese estado.
Veracruz, punto clave
Meses antes, la constructora obtuvo el contrato para la modernización y ampliación de Cosoleacaque-Jaltipan en Veracruz.
El 14 de febrero del mismo año, la SCT anunció el fallo a favor de Conctructpue, cuya propuesta era de 184 millones 49 mil 986 pesos, a pesar de que no asistió donde se realizarían los trabajos. Meses después, empleados denunciaron un adeudo de ocho millones de pesos, ya que la compañía abandonó la obra.
El Órgano Interno de Control de la dependencia realizó un auditoría que determinó que los contratos de la constructora con el gobierno de Puebla eran inexistentes, documentos que acreditaban su experiencia.
En noviembre de 2014 la administración de Puebla refirió que no había registro de los contratos OP/IR3F/SEDUOP-20091118, O.P/IR5F/SEDUOP-20102457, O.P/IR7F/SEDUOP-20105478, O.P/LPN/SI-20110151, O.P/LPN/SI-20110845, O.P/LPN/SI-20120139, O.P/LPN/SI-20120589 y O.P./LPN/SI-20130216, referencias de contratos que Constructpue dijo haber celebrado.


Obras terminadas
A pesar de lo anterior, en Sonora concursó para la modernización y ampliación de la carretera federal 15 Don-Nogales por un monto de 282 millones un mil 28 pesos; tampoco asistió algún representante de Constructpue, ni a la junta de aclaraciones ni al acto del fallo el 23 de mayo de 2014. Esta vez, los datos de la empresa eran los correctos.
La constructora de los Karam recibió un pago de Banobras –según documentos de su página electrónica– de 157.5 millones de pesos el 5 de agosto de 2014 y el 19 de agosto otro pago de 7.4 millones de pesos por la “Modernización y ampliación del TC estación Nogales”.
En la licitación de la obra de “construcción de terracerías, pavimentación de concreto asfáltico, obras complementarias y señalamientos de la carretera Tepec-San Blas” en el estado de Nayarit, por un monto de 39 millones 374 mil 186 pesos.
Aparece por primera vez la firma de Paola Hernández González, de quien no hay datos de qué cargo o relación tiene con la empresa; es el único proyecto donde no existe registro de deficiencias o abandono de trabajos, aunque tampoco asistió a la junta de aclaraciones.
Para la modernización de Periférico Norte en San Luis Potosí, la empresa entregó una propuesta de 93 millones 498 mil 483 pesos, la cual fue realizada por la misma persona Paola Hernández González, aunque en el fallo dado el 7 de febrero de 2014 no hubo algún representante de Constructpue de México.
En Colima tampoco acudió a la junta de aclaraciones para la modernización de la Carretera Colima Manzanillo en marzo de 2014 por 139 millones 271 mil 781 pesos, la cual ganó; así como la de ampliación de terracería de la Carretera Montemorelos en el estado de Nuevo León por un costo de 96 millones 891 mil 65 pesos.
En todos los documentos, Juan Manuel Carrillo Bahena signa como director de contratación. En 2015, un año después, su nombre estaría junto al de otros funcionarios priistas en una denuncia realizada por el Partido Acción Nacional (PAN) en ese estado, por irregularidades en los contratos otorgados a empresas constructoras; en esta ocasión, como subdirector de contratos y costos del Centro SCT Sonora.
Oficinas que no son y otras sorpresas
Por Redacción
Después de una investigación de 24 Horas Puebla, se descubrió que algunas direcciones dadas como oficinas de empresas y accionistas no son más que restaurantes o, de plano, no existen
