Por Guadalupe Juárez

El posible fraude a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) realizada por dos empresas constructoras poblanas –revelado por el diario Reforma– podría tratarse de un hecho no aislado.

En los siete estados donde la empresa Constructpue obtuvo contratos de la SCT federal para distintas obras carreteras, los directores de la dependencia fueron acusados de usar empresas fantasma, de enriquecimiento ilícito y favoritismo hacia empresas sin experiencia, entre otras anomalías.

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En Nuevo León, el director  de la SCT en esa entidad –de 2013 a 2014–, Heriberto Treviño Cantú, es señalado por medios locales de contratar empresas que dejaron fallas en las obras realizada bajo su supervisión.

Por ejemplo, en Monterrey –en la colonia Nuevas Colonias– los habitantes denunciaron deficiencias en banquetas y guarniciones.

En este estado, la empresa poblana –cuyo representante legal hasta la fecha es Víctor Hugo Karam González– obtuvo en 2014 el contrato para la ampliación de terracerías, obras de drenaje y pavimento de concreto asfáltico en la carretera Montemorelos-General Terán.

El director de la SCT en Colima en 2014, Óscar Alejandro Torres, fue acusado de favorecer a su propia empresa –Constructora y Urbanizadora Bonaterra–en diversas obras de esa entidad.

Constructpue fue la encargada ese año de realizar la ampliación de la carretera Colima-Manzanillo, proyecto que sufrió atrasos en la entrega bajo la supervisión de Torres.

En Veracruz, William David Knight está bajo sospecha de enriquecimiento ilícito durante la administración de Fidel Herrera, aunque continúa en el cargo en la gubernatura de Javier Duarte de Ochoa, quien a su vez también es señalado de utilizar empresas fantasma en contratos de obras públicas que jamás son realizadas.

Es en esta entidad donde un grupo de trabajadores denunciaron la falta de pago de ocho millones de pesos de la empresa poblana, lo cual derivó una auditoría que reveló la posible falsificación de los contratos con el gobierno de Puebla.

Jorge Montaño Michael, quien fungió como director de la SCT en Yucatán en 2014, tiene señalamientos del sector local de la construcción, por amenazarlos al no estar de acuerdo con proyectos encabezados por él. Aquí, en 2014, Constructpue ganó la licitación para modernizar la carretera Mérida-Yucatán.

En Nayarit, en ese mismo año, la constructora poblana se encargó de obras en la carretera Tepic-San Blas.  El director de la SCT local, Jesús Miramontes Lara, también es acusado por otorgar proyectos de infraestructura a su constructora GBF Contratos de Obras SA de CV.

La empresa que representa Karam González ganó un contrato en 2014 para la modernización y ampliación de la carretera Estación Don Nogales, ubicada en Sonora, estado en el que fungía como titular de la SCT, Javier Hernández Armenta, cargo por el que fue acusado de pedir –junto a la gobernadora priista Claudia Pavovlich Arellano– moches a constructoras y exigir a presidentes municipales la contratación de determinadas empresas.

César García Coronado, en San Luis Potosí, también tiene querellas por pedir moches –presuntamente– a constructoras; su esposa e hija fallecieron al caer en una avioneta el mismo año en el que la empresa Constructpue logró un contrato con la dependencia federal en ese estado, para la modernización del Periférico Norte, otra  de las obras con las que en 2014 facturó los 694 millones de pesos de contratos otorgados por la SCT federal.

 

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