En la larguísima conversación que 24 Horas Puebla sostuvo con el matador Arturo Gilio no faltó el tema empresarial. Y es que por sus genes corre sangre de empresario. El Coliseo de Puebla será, a partir de junio de 2016, un nuevo punto en el mapa de los espectáculos en México. Lo sorprendente será cómo de un día a otro aparecerá y desaparecerá una plaza de toros para ceder su lugar a una pelea de box o un concierto de los Rolling Stones. En esta charla, Gilio nos habla de sus socios, de sus nuevos proyectos y de las razones por las que eligieron Puebla como nueva sede de sus coliseos.
Por: Mario Alberto Mejía
—¿Qué te inspiró para hacer el Coliseo?
—Desde que anduve yo de matador de toros y novillero durante 14 años tuve la oportunidad de ver muchas plazas de toros, muchos lugares de espectáculos, y me inspiré en buena parte en el Palacio del Arte en Morelia, la cual fue una de las primeras plazas de toros modernas de este país: techadas y butacadas con áreas de snacks y todas las comodidades. Quise buscar un diseño multifuncional que no fuera sólo plaza de toros, sino que pudiéramos albergar todo tipo de espectáculos. Por eso que creamos este concepto de los coliseos, en el cual contamos con camerinos, vestidores, salas de prensa, corrales, capillas y enfermería.

—¿Qué estudiaste profesionalmente?
—Estudié hasta segundo semestre en la licenciatura en Administración de Empresas. Y eso porque mis padres me forzaban a seguir estudiando. Era la condición para dejarme torear. Después, una vez que el toreo demandó todo mi tiempo, dejé la escuela.
—¿El tema empresarial de dónde viene?
—Viene prácticamente de mi familia. Mi padre es un empresario importante y exitoso de la comarca lagunera. En todas mis comidas, cada vez que veía a mi padre, se hablaba de negocios, de las empresas. Yo en cambio le hablaba de los toros. (Risas). Cuando dejé los ruedos decidí dedicarme a las empresas familiares y, posteriormente, a desarrollar nuevos esquemas de negocios con la visión que siempre me trató de inculcar mi padre desde muy niño.

—¿Dónde han abierto coliseos?
—Empezamos en Torreón con este concepto hace ocho años. Con los mismos socios que estamos haciendo el de Puebla echamos a andar el de Mérida con gran éxito. El esquema ha gustado mucho. Estamos en pláticas con otros empresarios del país para arrancar nuevos proyectos en diferentes partes de la República.
—¿Qué gana el que compra un palco en el Coliseo?
—Primero que nada compras el derecho a tu privacidad, a tu comodidad, y a adquirir a un precio muy accesible los boletos. Te puedo asegurar que a lo mejor a un 20 por ciento de lo que valen en un concierto normal. Además puedes tener en el palco tus bebidas, tus comidas y atender a tus clientes o amigos.

—Es un modelo muy de Estados Unidos, ¿no?
—Sí. Es un concepto muy estadunidense. El lugar está completamente techado, embutacado, cuenta con elevadores, con áreas de snacks, con los palcos… Y algo más: garantizamos que en el transcurso de 10 años ––tiempo que dura el contrato de los palcos–– ofreceremos un mínimo de 200 eventos.
—Además, puedes hacer lo que quieras con tu palco.
—Sí. Puedes remodelarlo, rediseñarlo y hacerlo a tu gusto, porque va a ser un lugar muy particular, muy especial. Puedes convertirlo en un área familiar, de amigos o de negocios.

—¿Por qué eligieron Puebla?
—Puebla es una de las ciudades más importantes de este país y con un mayor crecimiento. Hay aquí un poder adquisitivo impresionante, además de que se programan muchísimos espectáculos cotidianamente. Lo que nosotros queremos es darle a la gente de Puebla los espectáculos que están viviendo en un concepto muy diferente. Estoy seguro de que el Coliseo será de gran satisfacción para el espectador y para el mismo empresario que haga los espectáculos, pues tendrá un potencial económico mucho más impactante por la
capacidad de nuestro recinto.

—¿Qué respuesta has tenido de los poblanos?
—Muy buena. Afortunadamente hemos tenido una gran respuesta desde un inicio; del gobernador Rafael Moreno Valle y de toda su gente. Les encantó el proyecto que les presentamos. Esta es una inversión privada al 100 por ciento, sin embargo contamos con todo el respaldo porque venque es un tema empresarial y un tema de gran beneficio para los poblanos. Llevamos prácticamente cinco meses de haber iniciado la obra y ya tenemos más de un 56 por ciento de venta, de comercialización.
—Pienso en toreros empresarios y se me vienen pocos nombres. No sé por qué se me viene el nombre de Luis Miguel Dominguín. Él fue empresario también.

—Creo que después terminó haciendo corridas de toros. Un hombre muy preparado, muy culto, amigo de muchas personalidades, tanto políticas como artísticas. Claro está que no me puedo comparar con el maestro Dominguín, sin embargo, soy un joven empresario con una visión de innovación, con una visión de modernización y de ofrecerle al público y al espectador conceptos distintos.
—¿Qué vamos a ver en el Coliseo?
—Todo tipo de espectáculos multifuncionales: desde conciertos con las mejores producciones de este país. El escenario tiene una altura de más de 40 metros, por lo que puedes meter cualquier producción internacional. Podremos ver funciones de box, de lucha libre, corridas de toros, conciertos. En algunas de las otras ciudades se han realizado hasta bodas. El Coliseo se adapta de manera natural a cualquier tipo de espectáculo.
—¿Quiénes son tus socios?
—Los socios inversionistas de este proyecto somos los mismos del Coliseo Yucatán: la familia Vaca, la familia Mouriño, la familia Uriarte y la familia Gilio. Somos cuatro empresas o cuatro familias que decidimos crecer en este proyecto y esperamos seguir creciendo a nivel nacional.

