Por: Luis Conde

Dos horas  fueron suficientes para recordar. 120 minutos bastaron para que casi 17 mil personas desfilaran frente a un número similar de ojos y se convirtieran en el blanco al que los fotógrafos dispararon.

El gobernador Rafael Moreno Valle encabezó la conmemoración del inicio de la independencia de México. Doscientos seis años de historia se resumieron en una multitud emocionada. Se resumieron en aplausos y en miradas de júbilo.

El sonido de las palmas excitadas le arrebató el lugar a los silbidos  impacientes silbidos entre la multitud.

Ese mismo sonido, el aplauso, fue la recompensa para los más de 16 mil participantes en el desfile del 16 de septiembre en Puebla. Elementos del Ejército, fuerzas armadas, estudiantes, maestros y personal de rescate fueron, por dos horas, el centro de atención en el mar de cámaras que se apiñaron bajo el sol poblano.

Ahí mismo, testigo del mar de gente que pisó las avenidas de la ciudad y rodeado de su gabinete,  Rafael Moreno Valle miró, uno a uno, a los veinte carros alegóricos que contaron la historia de Puebla. La sonrisa incesante en su rostro hizo saber que estaba feliz, o que al menos, disfrutaba mirar al río de gente que pasó frente a sus ojos. Fue el último desfile de su gestión como mandatario estatal.

El gobernador se despidió. No se despidió de la vida pública. Se despidió del lugar que lo vio encabezar por cinco ocasiones el desfile conmemorativo a las fiestas patrias. Se despidió, pues, de su cargo de gobernador en una fiesta Nacional.

Dos horas bastaron para que el gobernador le dijera adiós a estar al frente en un desfile de este tipo. Fueron dos horas en las que Moreno Valle rió, se puso de pie, saludó –respetuoso– a la bandera mexicana portada con orgullo por elementos del ejército mexicano.

Dos horas en las que el gobernador miró, aplaudió y se emocionó. Minutos en los que bailó orgulloso al ritmo de Qué chula es Puebla al compás de la banda de música del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec.

Dos horas fueron suficientes para recordar doscientos seis años desde que el cura Hidalgo hizo repicar las campañas en la iglesia de Dolores. Dos horas bastaron para que un mar de gente inundara las calles de Puebla. En dos horas, el gobernador Rafael Moreno Valle le dijo adiós a su papel al frente del gobierno estatal en una fiesta nacional.

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