Por Mario Galeana
Un análisis ágil de la renuncia de Luis Videgaray Caso a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sitúa al secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong, como la más avezada carta del PRI rumbo a la contienda del 2018, coinciden analistas y politólogos.
Pero ¿qué ocurre con el PRI? Éste ha sido, a decir del investigador Alejandro Guillén Reyes, un año “nefasto” para el tricolor. Tan “nefasto como para hacer tambalear la posibilidad de mantenerse en Los Pinos durante los próximos comicios en México.
“Una primera lectura es que Miguel Ángel Osorio gana. Pero lo cierto es que, más allá de los grupos internos, el gran perdedor ha sido el PRI. El desgaste del presidente (Enrique Peña Nieto), el desgaste de Videgaray… todo eso es, en realidad, el desgaste del partido”, explica el profesor en Ciencia Política de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
El panorama nacional del PRI, añade el investigador Miguel Ángel Calderón Chelius, no es distinto al que atraviesa en el estado. El partido, dice, se ha quedado sin líder.
“La situación sigue siendo muy incierta en el terreno priista. Ni en México ni en el estado de Puebla parecen tener un liderazgo claro. En Puebla, por ejemplo, no se ve quién podría competir por la gubernatura”, añade el coordinador de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana de Puebla (UIA).
El panorama es “complicado” tanto en la puja por Los Pinos, como por la contienda por Casa Puebla, expone Guillén Reyes.
“El año ha sido nefasto para el PRI. ¿Qué ocurrirá con la marca con la que se presentarán en el proceso electoral del 2018? El escenario luce sumamente complicado, difícil”, sostiene.
