El proyecto presidencial

Entre los antimorenovallistas comenzó a tomar vigor una línea discursiva que explotarán con todas sus fuerzas: Que nada está definido en el PAN y el candidato podría ser cualquiera menos Rafael Moreno Valle. Lo que los odiadores exiliados del presupuesto pierden de vista es que en la disputa por la candidatura uno de los pilares claves en la construcción de la unidad es precisamente el gobernador de Puebla y que cualquier decisión sobre el futuro del partido pasará inevitablemente por su aprobación, a menos que Ricardo Anaya, Margarita Zavala o el Yunque pretendan dinamitar al blanquiazul. La carrera apenas empieza y Moreno Valle va paso a paso. ¿Será?

 

La tardía transparencia

Resulta bastante gracioso que la timorata oposicion priista en la entidad poblana se “rasgue las vestiduras” y critique al gobierno del estado por la falta de transparencia en el ejercicio de los recursos públicos. Y es muy cómica esa postura porque ninguno de los representantes de elección popular del PRI, salvo la senadora Lucero Saldaña Pérez, han presentado su declaración patrimonial, fiscal y de no conflicto de intereses. Así como lo lee: sólo uno de 20 que ostentan una curul. A esos habría que sumarles los más de 150 presidentes municipales de extracción tricolor. ¿Será?

Estrategia barbosista  

No pierda usted de vista el recurso que presentó la diputada local y presidenta estatal del PRD, Socorro Quezada Tiempo, por supuestos actos anticipados de campaña. La denuncia no sólo es revanchismo porque estuvo a punto de ser defenestrada de su cargo partidista por parte de la corriente Nueva Izquierda, afin al morenovallismo, sino que también forma parte de una estrategia del Frente de Izquierda Progresista, encabezado por el senador Luis Miguel Barbosa Huerta, para intentar presionar al inquilino de Casa Puebla a negociar o, en su caso, vender su amor al mejor postor. ¿Será?

 

Otra más del Lastiri

Hace unos días le dabamos a conocer que en el interior del PRI poblano se desarrolla una guerra soterrada con miras al 2018. Hoy le podemos dar más detalles: el principal instigador de la división no es otro más que el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós, quien con su estrategia pretende atomizar al tricolor para que los diferentes grupo queden solos y pueda ofrecer mejores prebendas que los otros aspirantes. En este escenario, el funcionario federal pretende romper el control que viene ejerciendo el Comité Ejecutivo Nacional, cuyo dirigente no forma parte del grupo de Miguel Ángel Osorio Chong, el verdadero “gallo” de Lastiri. ¿Será?

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