El peruano Roca Rey y Joselito Adame tendrán un mano a mano en el recinto de Puebla

 

Por Mario Galeana

Andrés Roca Rey tiene sólo 20 años y ya es la gran promesa de la tauromaquia a nivel mundial. A los 12, visitó México para enfrentar a su primer novillo y, desde entonces, el toreo se ha convertido en la más grande de sus pasiones.

Roca Rey inaugurará hoy, junto con la máxima figura en activo del toreo en México, Joselito Adame, la primera corrida de toros que se llevará a cabo en la Acrópolis, en la capital del estado.

El joven peruano vivió tan sólo dos meses atrás, en Palencia, España, una grave cogida de un toro que le causó traumatismo craneoencefálico, pérdida de visión y memoria, pero se siente confiado.

Respetó a quienes critican el toreo.
Respetó a quienes critican el toreo.

“Ahora mismo me encuentro al 100%. He vuelto a sentirme como antes de los golpes que tuve. Tuve un mes de reposo absoluto en el que no he podido torear, pero me siento bien”, dijo ayer, durante una conferencia de prensa desde el ruedo en el que se batirá este día.

Sobre el mano a mano que sorteará este viernes frente al emblemático torero mexicano, Andrés Roca Rey se dijo contento por poder ser partícipe de la inauguración de la Acrópolis, plaza torera que “me ha dejado impresionado… es increíble, grande, moderna”.

La joven promesa del toreo a nivel mundial eligió el oficio gracias a una larga herencia por parte de su familia paterna y, desde entonces, vive para el acto de plantarse frente a una bestia para jugarse la vida, el cual considera “una pasión que quiero con toda mi alma”.

“Y las pasiones se sienten por encima de todo: por encima de querer demostrar algo, por encima del dinero, por encima de todo”, aseguró el matador peruano nacido el 21 de octubre de 1996.

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Su historia resulta un poco paradójica, pues hasta abril del año pasado, su nombre era poco conocido para el público de toros. No obstante, su meteórica carrera −que lo ha llevado desde Perú hasta Colombia, España, Francia y México− hizo que los ojos del mundo se fijaran sobre su delgada figura.

Cada escenario, reconoce Roca Rey, ha sido distinto. Pero México, especialmente México, le ha aportado muchísimas cosas, además de su primera toreada.

“México siempre significó muchísimo para mí como torero, pero también fuera del ruedo. Desde niño me han gustado mucho sus raíces: la música, la comida, las novelas”, comentó durante la conferencia de prensa oficial por el evento.

Sabedor de la creciente oposición hacia la tauromaquia que han emprendido activistas pro derechos de animales, la promesa peruana de la fiesta brava envió un mensaje: “Yo respeto las opiniones de las personas que han estudiado el tema, que saben de qué va esto, que han ido por lo menos una vez a los toros. Pero en lo que no estoy de acuerdo es en desearle la muerte a los toreros, en desearle el mal a un ser humano al que le gustan las corridas.”

No obstante, instó a la cordialidad y el respeto de las diferentes expresiones, “todas las personas tienen derecho a protestar, pero no a desearle la muerte a los toreros”.

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