Ambulantes adheridos a Antorcha Campesina se manifestaron frente a Palacio Municipal con consignas como: si sube la delincuencia es porque nos están negando el trabajo
Por Irene Rojas
Antorcha Campesina demostró que lo que mejor sabe hacer no es negociar, dialogar o consensuar, sino protestar.
Más aún, en su estridencia, a la organización no le importa que los ciudadanos comunes y corrientes, conductores y trabajadores sean los que paguen los platos rotos de sus protestas.
Tras ser desalojados del Centro Histórico, los antorchistas decidieron instalarse afuera del Palacio Municipal. Una táctica del todo conocida. Una táctica que no respalda nadie.
Desde el miércoles, luego del rechazo de las autoridades de negociar por espacios públicos, los ambulantes de esta organización amagaron con hacer un plantón en el Zócalo de la ciudad, ante un cerco por parte de elementos municipales que evitaron su paso, los comerciantes optaron por instalar los puestos ambulantes sobre la avenida Juan de Palafox.
La respuesta del Ayuntamiento fue el silencio. La de los antorchistas, hacer caminar a un grupo de niños con cartulinas con la justificación de que al mediodía no se encontraban en la escuela debido al desalojo de sus padres de las calles.
“Los niños están aquí porque sus padres no tienen trabajo”, decían a través de un megáfono. Luego venían las amenazas: “Si sube la delincuencia es porque nos están negando el trabajo”.
Las proclamas se repitieron un día después. Ahora los acompañaban comerciantes de otras organizaciones.
Frituras, juguetes, ropa y hasta teléfonos celulares eran ofrecidos aunque no con el ánimo de venta frente al Palacio Municipal.
Mientras, turistas paseaban asustados por el primer cuadro de la ciudad ante la agresividad del discurso y la presencia de los granaderos.
En cuanto a la circulación vehicular, esta también se vio afectada por la movilización, ya que las avenidas Juan de Palafox y Reforma permanecieron cerradas desde las 11:00 hasta las 16:00 horas por la protesta.
Líderes se negaron a negociar
El representante de los ambulantes antorchistas, Francisco Machorro, reconoció que no aceptaron disminuir los números de puestos ambulantes y tras el operativo del martes ofreció a las autoridades pagar impuestos o adherirse a cualquier programa de regularización, así como instalar menos lugares en las calles a cambio de que los dejaran regresar a la 5 de Mayo.
Sin embargo, pese a que las autoridades municipales les ofrecieron su reubicación a mercados y tianguis,los vendedores informales rechazaron la oferta pese a que el Ayuntamiento ha anunciado que el operativo para que no haya ambulantaje en las calles del Centro Histórico será permanente.