Por: Redacción
Foto: Agencia EFE

Más de la mitad de los accidentes aéreos se deben a errores humanos; en menor medida están las fallas mecánicas, los sabotajes (o actos terroristas) y factores climatológicos, de acuerdo con una investigación de Reporte Índigo, a propósito de los hechos donde murieron 71 personas, entre jugadores, cuerpo técnico y directivos del equipo brasileño de futbol Chapecoense, periodistas y tripulación.

La publicación firmada por Fabiola Zurita refiere que los siniestros de este tipo se deben a errores humanos en un 58 por ciento y a fallas en las aeronaves en un 17%. Abajo, con un 9% están el sabotaje o terrorismo y tres puntos porcentuales menos las condiciones del clima. Con el 10% figuran “otras” causas.

En el caso del accidente que enlutó al futbol carioca e internacional, medios colombianos como El Espectador dieron a conocer que la falta de combustible originó que el avión que transportaba a la delegación del Chapecoense cayera en picada.

De acuerdo con datos de OAG Aviation & PlaneCrashInfo.com, citados por Reporte Índigo, en los años 60 se registraron 150 accidentes relacionados con aviones; para la década del 2000, la cifra disminuyó a 107 unidades.

Para la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, referida también en el reportaje, la ubicación geográfica es un aspecto a considerar en la seguridad de los vuelos. África es la región que presenta mayores riesgos para volar; América del Norte es la más segura.

Reporte Índigo señala que las aerolíneas de bajo costo, como la boliviana LAMIA, propietaria del British Aerospace 146 (BAE-146) donde viajaba la delegación del Chapecoense, no son menos seguras que las compañías establecidas.

“Los transportistas establecidos y los de bajo coste están sujetos a las mismas normas establecidas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea, son las medidas que rigen la formación de los pilotos y del mantenimiento de las aeronaves”, apunta la publicación.

Fabiola Zurita agrega que poco tiene que ver que un avión pertenezca a una línea de bajo costo con la probabilidad de sufrir un percance en pleno vuelo. Lo explica con una sencilla premisa: si la aeronave es de mala calidad no podrá volar, y si llegara a accidentarse se reflejaría en una mala imagen para la empresa, los viajeros no buscarían sus servicios, no habría ingresos y sin duda provocaría su propia quiebra.

Cuando un avión tiene un accidente o se desploma, el objetivo es buscar las causas que originaron el siniestro para evitar tragedias con otras unidades. “La prioridad es salvaguardar la mayor cantidad de vidas posibles”, indica.

Para ello, las investigaciones de accidentes aéreos se centran en localizar las cajas negras, aparatos que registran la actividad de los instrumentos y las conversaciones entre los pilotos, sobre todo con la torre de control de algún aeropuerto; su función es almacenar datos que permitan analizar lo sucedido antes de un siniestro.

Avión había trasladado a Selección Argentina

El avión que se desplomó en el departamento de Antioquia, Colombia, donde viajaba el club Chapecoense y que le costó la vida a 71 personas, es el mismo que trasladó hace casi 20 días a la Selección Argentina de Futbol desde Buenos Aires a Brasil y viceversa, tras jugar un partido clasificatorio de la Copa del Mundo Rusia 2018.

Se trata de un BAE-146, construido por la compañía British Aerospace, que ensambló aeronaves entre 1983 y 2002. Su primer vuelo data de 1999 y pertenecía a las filas de Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación (LAMIA), empresa que comenzó a funcionar en 2009 con capital procedente de Venezuela.

A partir de 2014 solicitó licencia para operar desde Bolivia, donde centró su oferta en brindar vuelos chárter no regulares, algo muy utilizado por equipos de futbol, como el Chapecoense de Brasil. Entre sus principales clientes figuran club Atlético Nacional de Colombia, con el que disputaría en Medellín el partido de ida de la Copa Sudamericana.

También están la Selección Venezolana de Futbol, los clubes The Strongest, Blooming, Oriente Petrolero y Real Potosí de Bolivia, así como el Olimpia de Paraguay.

Los accidentes que marcaron el futbol internacional

Con el percance del equipo Chapecoense de Brasil en Colombia, suman ya seis los siniestros que involucran a clubes de futbol en el mundo. El primero se registró el 4 de mayo de 1949; 31 personas, entre ellas 18 jugadores del Torino, considerado el mejor de su época, murieron cuando el avión donde viajaban se estrelló en la Basílica de Superga.

El 6 de febrero de 1958, la aeronave que transportaba al Manchester United se accidentó en el aeropuerto de Múnich, Alemania; allí, 23 personas perdieron la vida, entre ellas ocho jugadores, el director técnico y dos directivos.

El 3 de abril de 1961, 24 personas, entre ellas jugadores y cuerpo técnico del Green Cross de Chile, fallecieron cuando su avión se estrelló en Los Andes.

El 8 de diciembre de 1987, el Alianza de Lima (Perú) sufrió un accidente donde murieron 43 personas, de ellas 16 eran jugadores más el técnico del equipo.

El 27 de abril de 1993, los integrantes de la selección de Zambia, que viajaban en un avión militar, perdieron la vida cuando el avión cayó en picada.

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