Alfonso Esparza señaló que la disminución en asignaciones a educación sólo impacta en crecimiento de matrícula e infraestructura
Por Serafín Castro
La crisis que aqueja a las universidades públicas del país se hace cada vez más visible.
La afectación de los recortes presupuestales ha sido tal que algunas instituciones enfrentan problemas, incluso han recurrido a medidas como la venta de sus inmuebles, y en algunas otras está en riesgo el pago de aguinaldos a sus trabajadores.
Y es que además del recorte millonario, las universidades públicas del país enfrentan otro reto en materia de su presupuesto: el tipo de cambio, que juega en su contra.
En el caso específico de la BUAP, declaró Alfonso Esparza Ortiz, esta casa de estudios se verá afectada debido a que la mayoría de los materiales y equipo que utiliza son importados, por lo que la devaluación del peso reducirá la capacidad de adquisición de insumos, como equipos de cómputo, software y herramientas para equipar los laboratorios.
A lo anterior se suma el recorte de al menos 350 millones de pesos que, se estima, sufrirá la institución poblana para el próximo año.
Sin embargo, a diferencia de otras universidades del país, como la de Coahuila, Veracruz o Zacatecas, las finanzas de la BUAP continúan estables; tan es así que, de acuerdo con Esparza Ortiz, no está en riesgo el pago de primas vacacionales a los trabajadores.
Pese al recorte, en la BUAP tampoco se contempla aumentar las cuotas escolares ni en el recorte de personal, aunque sí impactará en el crecimiento de la matrícula que desde el 2015 se realiza cada inicio de año escolar, así como en el desarrollo de mayor infraestructura educativa, pues a decir del rector Alfonso Esparza, para 2017 no se contempla la creación de nuevos campus regionales, sólo se concluirán los que están en construcción.
Cabe recordar que el recorte a la educación superior que hizo el gobierno federal para el 2017 es de mil mil 300 millones de pesos –casi el equivalente a lo que recibió la BUAP en este año–; sin embargo, las consecuencias llegaron, ya que en algunas universidades han tenido que recurrir a medidas drásticas como la venta de sus inmuebles, y en algunas otras está en riesgo el pago de aguinaldos a sus trabajadores, tal es el caso de las universidades de Veracruz, Coahuila y Zacatecas, reveló una investigación publicada ayer en el diario Excélsior.
De acuerdo con lo publicado por el medio de circulación nacional, por ejemplo, la Universidad de Zacatecas ha cedido seis de sus inmuebles al Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), para pagar parte de sus deudas.