Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Algo pasó en Puebla en este 2016, pero lo cierto es que la inseguridad se ha apoderado de la metrópoli, cuyas autoridades presumían ser una de las más seguras del país, pero ya no.
Los hechos contradicen a las declaraciones de los titulares de las diferentes áreas encargadas de la seguridad de los poblanos, el asalto a la joyería del Triángulo y el asalto a un cuentahabiente en la zona de Zavaleta, el cual perdió la vida, son una muestra más de que algo no está bien y que cerramos el año de una forma violenta.
Actualmente la zona metropolitana de Puebla ocupa el lugar seis en el Top Ten de ciudades a nivel nacional en donde los usuarios del transporte público se sienten inseguros o susceptibles a hechos delictivos al momento de viajar, según un estudio de México Evalúa.
En el reporte “Seguridad en el transporte público”, el 71 por ciento de los usuarios percibe este servicio como inseguro ante delitos como robo o las agresiones sexuales, principalmente, lo que coloca a la capital en una alerta naranja con respecto del semáforo realizado por México Evalúa.
Esta apreciación de inseguridad que presentan siete de cada diez poblanos es similar a la de otros usuarios en áreas metropolitanas de estados vecinos del centro del país, como Toluca, Ciudad de México y Cuernavaca que se encuentran por encima de Puebla con porcentajes de 74, 80 y 81 por ciento de percepción de inseguridad.
Los linchamientos, presentados ya en plena ciudad de Puebla, son otro síntoma de que algo no está bien y que muchos menos debemos de minimizar, el saldo del 2016 en la materia es negativo para las autoridades.
El robo a los ductos de Pemex y el crecimiento que ha tenido el tema de los huachicoleros coloca al estado en el primer lugar en esta materia, igualado con lo que ocurre en Guanajuato, otra entidad antes pacífica y ahora atacada por el tema de la inseguridad.
Los atentados perpetrados en contra de los presidentes municipales de Puebla son otro acto que antes no se veía en la entidad y que comenzaron a presentarse a partir de este año, el cual ha sido cruento por el número de víctimas.
De acuerdo al Inegi, en 2016 el porcentaje de sobre la percepción de inseguridad fue de 68.4 por ciento, mientras que en 2015 era del 67.4 por ciento, esto significa un incremento de un punto porcentual.
De hecho, la percepción de inseguridad en la entidad ha ido al alza en los últimos cinco años: en 2011 era de 64 puntos porcentuales, en 2012 disminuyó a 57.1 para luego volver a subir a 63.3 en 2013, volvió a incrementarse a 63.6 en 2014 y siguió en aumento para 2015 con 67.4 y ahora con 68.4.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) describe la percepción de inseguridad como la sensación de la población respecto de la situación actual (2016) que guarda la inseguridad pública en cada entidad federativa.
Como parte de la encuesta destaca que la percepción de inseguridad en territorio poblano fue mayor en mujeres que en hombres, en el sondeo oficial ellas manifestaron una sensación de inseguridad del 71.3 por ciento mientras que los varones lo hicieron en el 65 por ciento.
Ante las cifras y los hechos ocurrido en los últimos meses en Puebla, creo que es necesario que se haga un acto de contrición por parte de las autoridades y se acepte un mea culpa de lo que ocurre para tratar de enmendar el camino.
El sendero por el que caminamos en esta materia los poblanos es muy peligroso y debemos de tener mucho cuidado, ante de que nos ocurra, lo que ha pasado en otras entidades de nuestro país.
El “Varguitas” de la Sierra. A pesar de ser en la historia de Teziutlán el peor presidente municipal evaluado en sus primeros meses de gobierno, Antonio Vázquez o Tony Vázquez como ha pedido que lo llame su personal, (por aquello de la última campaña política), quiere desde hoy imponer como su sucesora a la expresidenta municipal de Xiutetelco y actual diputada local del distrito de Teziutlán Corona Salazar, la célebre dueña de “La Casa Blanca de la Sierra”, quien además es una de sus amigas cercanas.
No contento con esta locura, pretende y para ello está usando todo el aparato municipal, que su hija la titular del DIF, Nahomí Vázquez, (quién es igual de prepotente, grosera y gris que su papá) sea la candidata a la diputación local, en este intento, todos aquellos que ven como posibles rivales han sido removidos de puestos o son simplemente sepultados políticamente.
Pero la ambición de este personaje de la picaresca poblana no tiene fin, porque él quiere ser el candidato a diputado federal, y no duda en decirlo, en todas partes señala que los “jefes” ya lo saben y dejaran que está locura teziuteca de lleva a cabo.
Lo cierto es que quienes mandan en este estado, saben de la antipatía que la gente le tiene al presidente y la posibilidad de que el PAN pierda en el 2018, no están contentos con estas pretensiones y pronto muy pronto, sino es que ya, lo pondrán en su lugar, por cierto habrá que hablar después de sus constructoras, de sus moteles y de los terrenos que él famoso “me la pelas” tiene en su poder.