Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez /laserpientesyescaleras@hotmail.com

La semana pasada cuatro connotados priistas, Javier López Zavala, Enrique Doger Guerrero, Alejandro Armenta Mier y Alberto Jiménez Merino, acordaron sentarse a tomar un café para discutir sobre la vida interna de su partido y demandar la atención del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor.

Es un hecho, el CEN del PRI se olvidó ya de Puebla y de sus conflictivos militantes, a tal grado que según el tal Rogelio Cerda sigue como delegado en Puebla y nadie lo ve, ni lo ha visto en meses.

El dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza (Clavillazo), ha dejado en la más completa orfandad a la dirigencia estatal encabezada por Jorge Estefan Chidiac, quien se las tuvo que ingeniar y aprovechar su posición como secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y su cercanía con Antonio Meade para obligar a que algunas entidades gobernadas por el PRI; especialmente Hidalgo, aporten recursos para la manutención del tricolor poblano, labor que durante algunos años realizó el ahora caído en desgracias exgobernador de Veracruz, Javier Duarte.

Los cuatro priistas mencionados al inicio de esta columna, Zavala, excandidato a la gubernatura en el 2010; Doger, delegado del IMSS en Puebla; Armenta, diputado federal y Jiménez Merino, exdelegado de la Sagarpa, reclaman piso parejo en la elección del candidato de su partido rumbo al 2018.

Y es que les preocupa el activismo del subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós, y algunas versiones que cada vez cobran más fuerza de que el funcionario federal, ya habría sido “palomeado” desde la ciudad de México, para comenzar a promoverse y convertirse en el candidato a casa Puebla.

Estas versiones mencionan que Lastiri no solo tiene el visto bueno del CEN y de la Segob federal en donde despacha su principal promotor, Miguel Ángel Osorio Chong, sino que también el zacatleco tendría ya el visto bueno de Casa Puebla.

No por nada el próximo año, Lastiri realizará para el 2017 una muy importante serie de obras en Puebla capital y en algunos de los principales municipios de la entidad.

Las obras tienen que ver con una muy importante derrama de recursos en Puebla y Tehuacán, para la construcción de casas y calles en estos dos centros de población, los más importantes de la entidad.

Esto es lo que realmente tiene muy preocupados estos priistas, que buscan conformar un frente antiLastiri encabezado por supuesto por su principal adversario el delegado del IMSS en Puebla, Enrique Doger Guerrero.

Los encontronazos entre Lastiri y Doger son ya de todos conocidos y es que Doger siente que él tiene todos los merecimientos para en esta ocasión, si encabezar al tricolor rumbo a casa Puebla en el 2018.

El exrector de la UAP ya se ha quedado dos veces en el camino, en el 2010 cuando el tricolor cobijó como su candidato a casa Puebla a Javier López Zavala y en este año, cuando se quedó de nueva cuenta en la orilla ante la candidata Blanca Alcalá.

De los antes mencionado, López Zavala es el único con una estructura propia, Armenta comienza a construirla y Jiménez Merino, es un buen técnico, pero sin peso político.

En este nuevo choque entre el bloque antiLastiri y el funcionario federal, abre de nueva cuenta las cosas para que un tercero en discordia se pueda beneficiar del choque de trenes entre ambos personajes y esta no es otra que la excandidata Blanca Alcalá, quien después de su derrota, sabiamente se ha mantenido alejada de la política de la aldea.

Alcalá y su amigo, el presidente del PRI en el estado Jorge Estefan Chidiac, llevan mano ante el choque de trenes entre Lastiri y el grupo que se opone a sus aspiraciones.

Blanca tiene los mejores números, tiene ya la experiencia de haber ido a una elección, la cual dejo dolorosas enseñanzas, tiene el apoyo de Estefan, quien además se salió con la suya para ejecutar varias obras en el estado con recursos federales dentro del presupuesto 2017 y además podrá ofrecer desde su posición de presidente estatal del PRI, candidaturas, muchas candidaturas.

Sale Ruiz de Finanzas. De manera sorpresiva, trascendió que Rafael Ruiz Cordero, exsecretario de Administración del ayuntamiento de Puebla y hombre de todas las confianzas del gobernador electo, Antonio Gali, dejó la subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Finanzas.

Ruiz Cordero había llegado a esta posición hace apenas 3 meses, luego del fallido operativo realizado por su antecesor Manuel Arceo contra ambulantes en pleno centro histórico de la ciudad.

La salida de Ruiz desconcierta, pues se supone que era la avanzada de Antonio Gali al interior de la secretaría de Finanzas. Del mismo modo también ha trascendido que el exsecretario de Infraestructura Francisco Zúñiga, ya no llegará a la subsecretaría de Egresos, como originalmente, también se había mencionado.

Como encargada de despacho en lugar de Ruiz quedó la directora de Egresos y Control Presupuestal, Raquel Sauceda Amador.

 

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