Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez
Hace unos días, en la más completa discreción, se reunieron a platicar tres personajes muy importantes: el gobernador, Rafael Moreno Valle; la excandidata del PRI al Ejecutivo del estado, Blanca Alcalá Ruiz, y su padrino político, el poderoso senador Emilio Gamboa Patrón.
El encuentro se llevó a cabo a solicitud de Alcalá y Gamboa, en un edificio de la zona conurbada de Puebla, el cual cuenta con helipuerto; discretamente la excandidata y el senador descendieron de la nave y Moreno Valle ya los esperaba, lejos de cualquier ojo indiscreto.
La charla entre los priistas y el gobernador de Puebla se extendió por más de dos horas, donde al principio reinó el frío, pero poco a poco las cosas mejoraron y concluyeron en muy buenos términos. Fue la primera reunión entre Blanca Alcalá, la candidata perdedora, y el gobernador Rafael Moreno Valle luego del 4 de junio de este año.
Sólo los tres personajes saben de manera exacta de qué hablaron, pero lo que sí sabe es que el encuentro, insisto, concluyó en muy buenos términos y no podría ser de otra manera, ya que entre Moreno Valle y Alcalá alguna vez existió amistad.
Ambos son más o menos contemporáneos, ya que iniciaron sus respectivas carreras bajo el cobijo del entonces gobernador, Manuel Bartlett Díaz. Moreno Valle trabajó en la campaña del exsecretario de Gobernación federal, donde se encargó de las encuestas. Blanca ascendió hasta secretaria de Finanzas.
El tiempo terminó por enfrentarlos en la elección del pasado 4 de junio, la cual, como todas las luchas electorales, fue dura y hasta por momentos áspera y concluyó con la victoria de Tony Gali, pero, como en todo, hay tiempos de paz y tiempos de guerra.
La reunión entre Moreno Valle y Alcalá es una muestra más de como el aún gobernador de Puebla sabe sumar adeptos y sabe sobre todo escuchar, así como diferenciar entre los agravios personales y los que se hacen al calor de la batalla.
Se dice que el encuentro entre Gamboa, Alcalá y Moreno Valle concluyó en tan buenos términos, que tendrá implicaciones rumbo al 2018 en donde se estima que ambos priistas podrían ser parte de los amarres y las alianzas a favor del tercero, quien cierra de manera impresionante el 2016 y espera aún tener un mejor 2017.
Los alcances de la reunión sólo se podrán dimensionar cuando llegue el tiempo y ese no es otro que el año 2018.
El desdén de Esquitín
Un terrible error cometió el diputado local y empresario José Esquitín Lastiri, quien se ausentó el fin de semana pasado de la zona de Xicotepec de Juárez y evitó reunirse con el gobernador electo Tony Gali, quien buscaba limar asperezas entre los panistas de la región.
Pepe Esquitín no asistió al encuentro al cual convocó el gobernador electo para que limaran asperezas el propio diputado local y el presidente municipal, Juan Carlos Valderrábano, quienes han tenido muchas desavenencias.
El desaire de Esquitín no pasó inadvertido para el gobernador electo, quien tomó por supuesto nota del desdén del diputado y le respondió de inmediato no asistiendo a la estación de radio del empresario, el cual había invitado a Gali a una entrevista.
Pero eso no es todo: Gali no es hombre de venganzas, pero sabe darle a cada quien el lugar que le corresponde, por lo que ahora el diputado local, el cual gusta mucho de presumir su poder y su riqueza, recibirá lo que le corresponde, de eso no cabe la menor duda.
El desaire de Esquitín no pasará inadvertido. Gali estará sólo un año y 10 meses al frente del gobierno de Puebla, pero a nadie le debe de quedar duda que durante ese lapso él será quien tome las decisiones y eso le debe de quedar claro a todos.