El área está conformada por 69 vialidades donde los vehículos circulan máximo a 30 kilómetros por hora; incluyen vialidades cercanas a zonas escolares y hospitales
Por: Guadalupe Juárez
El secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Óscar Santizo Méndez, declaró que será antes de que concluya el año cuando comiencen a aplicar las sanciones a automovilistas que superen la velocidad permitida en la conocida como Zona 30.
De acuerdo con el Código Reglamentario Municipal (Coremun) en el Artículo 302, los automovilistas que rebasen la velocidad establecida en la Zona 30 tendrán una sanción de 876.48 pesos a mil 460 pesos, equivalentes a 12 y 20 días de salario mínimo.
La Zona 30 está conformada por un polígono de 69 vialidades donde los vehículos circularán máximo a 30 kilómetros por hora; incluyen calles cercanas a zonas escolares, hospitales y el Centro Histórico, entre el bulevar Héroes del 5 de Mayo, 11 Norte-Sur, avenida Manuel Espinosa Yglesias (31 Poniente) y 28 y 30 Oriente.
La reducción de velocidad también se aplicará en dos polígonos más, de 15 calles, donde se limitará la velocidad a 50 kilómetros por hora, de forma que sean zonas “biciamigables”, y así se priorice al peatón y al usuario de bicicletas por encima de los automóviles, según lo aprobado por el Ayuntamiento de Puebla.
Esta zona comprende avenida Juárez, la 25 Sur, Juan de Palafox y Mendoza y Juan Manuel Espinosa Yglesias, 24 Sur y bulevar 5 de Mayo.
Santizo Méndez evitó aclarar si también se aplicaría en el último mes del año la puesta en marcha del programa Monitoreo Vial, conocido como fotomulta, el cual sería utilizado para detectar las placas de los automovilistas que rebasen la velocidad permitida.
En otro tema, aseguró que el operativo en contra de los vendedores ambulantes continúa, por lo que se encuentran 400 elementos en el Centro Histórico.
Por otra parte, en relación a las versiones que apuntan que los policías municipales se quejan de mantenerse en el operativo, el funcionario municipal las rechazó al asegurar que se encuentran en condiciones dignas para realizar su trabajo.
De acuerdo con publicaciones y versiones periodísticas, desde hace una semana que se implementó el operativo, los uniformados habrían informado a la contraloría de “malas condiciones de trabajo”, como falta de horas de sueño, dormir en el suelo y comida insuficiente repartida entre los elementos policiales.