El Centro Universitario de Participación Social ha consolidado 12 campañas efectuadas en diversas zonas marginadas donde más de 23 mil personas han aprendido a leer y a escribir

 

Redacción 

Desde hace tres lustros, el Centro Universitario de Participación Social (CUPS) de la BUAP ha realizado una significativa labor y trabajo comunitario en diversas regiones de la entidad, sobre todo en comunidades marginadas, acciones y esfuerzos que se plasman en cientos de personas que aprendieron a leer y escribir, aseguró el rector Alfonso Esparza Ortiz.

La Biblioteca “José María Lafragua” enmarcó la ceremonia del 15 aniversario de este centro orientado al trabajo comunitario y al cual los universitarios se suman para enseñar las primeras letras en comunidades rurales de las sierras Norte, Negra y Nororiental del estado, sin esperar nada a cambio, reconoció el rector de la BUAP.

“Cada una de las personas que han aprendido a leer y escribir son un ejemplo de que es posible superar rezagos y son la mejor bandera de este programa, así como el mejor testimonio de los beneficios que conlleva la alfabetización y el trabajo comunitario”, afirmó Esparza.

A decir del rector, los alfabetizados son ejemplo de superación. / CORTESÍA
A decir del rector, los alfabetizados son ejemplo de superación. / CORTESÍA

Por su parte, Mirta Figueroa Fernández, coordinadora del CUPS, destacó que en 15 años de trabajo se han consolidado 12 campañas de alfabetización y trabajo comunitario en zonas rurales, con la participación de más de 700 estudiantes de preparatoria de la BUAP.

Además, seis escuelas comunitarias en colonias de la periferia del municipio de Puebla, donde colaboran estudiantes de servicio social y prácticas profesionales; cuatro programas de alfabetización municipal; ocho bibliotecas comunitarias en las sierras poblanas y tres centros permanentes de alfabetización de adultos en el Bachillerato Internacional 5 de Mayo, la Preparatoria “Lázaro Cárdenas del Río”, campus Zacatlán, y la asociación civil Yo’onlxim.

“Todos estos proyectos nos han dado la oportunidad de trabajar y aprender con 23 mil 472 personas de diversas zonas del estado de Puebla”, comentó Figueroa Fernández, quien anunció un proyecto en construcción con cuatro centros comunitarios que abrirán más espacios para la participación social universitaria y contribuirán a mejorar las condiciones de vida de la población de colonias de la periferia de la capital poblana.

En tanto, Silveria Nava Segura, beneficiaria del programa –quien a la edad de 47 años terminó la primaria y cinco años después la secundaria–, reconoció el esfuerzo de los alfabetizadores, quienes “no son estudiantes, sino unos grandes guerreros”. Hoy, dijo sentirse capaz de continuar con sus estudios.

 “Los estudiantes son grandes guerreros” / CORTESÍA
“Los estudiantes son grandes guerreros” / CORTESÍA

Por su parte, Marcial Hernández Velázquez, representante de la biblioteca pública y juez de paz de la comunidad de Tatóxcac, del municipio de Ixtacamaxtitlán, agradeció la labor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en comunidades marginadas.

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