Redacción
Es necesario que a nivel laboratorio exista un mayor control de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), para evitar que éstos lleguen al campo y generen repercusiones en los cultivos, señaló Sonia Emilia Silva Gómez, investigadora del Departamento Universitario para el Desarrollo Sustentable, del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), quien informó que entre otros riesgos pueden provocar una erosión genética.
Comentó que si bien los OGM in vitro contribuyen a llevar a cabo descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas, no es necesario liberarlos en regiones con suficientes especies vegetales y animales adaptados a su propio medio ambiente.
De igual forma, dijo, los transgénicos no tendrían que aplicarse cuando existe un alto riesgo de que provoquen un incremento en la contaminación y degradación de los germoplasmas nativos, así como una ruptura de ciclos biogeoquímicos.
En este sentido, la académica de la BUAP recalcó que la creación de los organismos genéticamente modificados debería realizarse solamente desde una postura de investigación, con la finalidad de proporcionar nuevos conocimientos, sin la necesidad de abonar a una inequidad económica, social y política.