La Entrega
Por Adrián Ruíz / [email protected]
Costosa experiencia. La novatez de los hermanos López Chargoy en su incursión en el amañado negocio del futbol profesional de la primera división les ha dejado en escasos 2 años un quebranto económico superior a los 30 millones de pesos.
Los 230 millones de pesos que pagaron por el equipo Puebla de la Franja se hicieron humo porque mañosamente el ex propietario Ricardo Henaine los engañó.
La ingenuidad de los fraternos y sus abogados, al no revisar a conciencia las cláusulas del contrato de compra venta, quedó al descubierto cuando fueron demandados por usar el nombre de Puebla de la Franja, registrado por Ricardo Henaine.
Aunque la maniobra luce a todas luces fraudulenta, la ley concedió la razón al chapucero empresario.
Como si eso no bastara, los nuevos diseños del equipo se quedaron sin recursos económicos para invertir en contrataciones de jugadores de calidad para que el conjunto poblano volviera a ser protagonista en la competencia como en los 90, cuando alcanzó la cima del balompié nacional.
La combinación de inexperiencia y escasez de capital, junto con la carencia de asesores conocedores de los escollos de quienes compiten en el máximo circuito del futbol mexicano, provocó que desde hace varias campañas la oncena poblana ande dando tumbos.
Más cerca del infierno que de la gloria el destino inmediato del cuadro camotero es el cambio de dueño. Los hermanos Chargoy contemplan la posibilidad desde hace 2 torneos.
La operación de venta podría agilizarse el próximo año. Una puerta de recuperación de dinero la representa la transferencia del argentino Gustavo Matías Alustiza.
La salida de Alustiza estaba programada desde el torneo que está por concluir, pero el contrato pertenecía aún al hijo de Ricardo Henaine, quien lo trajo a Puebla.
Luego de la amarga experiencia, los Chargoy necesitan ingreso monetario a sus arcas. La solución más viable es deshacerse del equipo Puebla. Y también de los Jaguares de Chiapas, donde deben salarios a los jugadores.
Reporte del Informante
Judas descubierto. Cuando Mario Plutarco Marín Torres se dio cuenta de la clase de traidor que es Ricardo Henaine, fue demasiado tarde.
A pesar del desprecio que le mostró en los últimos meses de su administración en el gobierno del estado, el daño estaba consumado.
Gracias a Marín Torres se apoderó sin inversión alguna del club Puebla de la Franja y el periódico Heraldo de Puebla.
La satisfacción tardía de Mario Plutarco ocurrió en una de las orgías que organizaba en Casa Puebla. En los momentos de mayor diversión cuando llegaron las selectas "chicas" les gritó ante todos los invitados "tú te largas".
