¡¡¡3, 2, 1, cero… Comenzamos!!!

Por: Pablo Chávez Meza / @pachame

 

Y los temores de mi pobre tía abuela, Godofreda, La Sabia, se hicieron realidad. Los tacos al pastor y cualquier garnacha de ésas ahora son todo un lujo. La razón es simple: los precios de la cebolla y las tortillas subieron.

“¡Ay, mi’jo!, tus tacos al pastor que tanto te gustan y el pico de gallo que le echabas con enjundia ya salen caros; además, el tanque de gas cuesta más”… Y es que este martes nos despertamos con la noticia de que en los primeros 15 días de enero la inflación aumentó ¡1.51%!, la cifra más alta en 18 años.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que en la primera quincena de enero, hubo un aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) –es decir, de los bienes y servicios más representativos que se consumen en los hogares mexicanos– de 1.51%, que traducido a tasa de inflación anual (primera quincena de enero 2016 a primeros 15 días de enero de este año) se ubicó en 4.78%.

Los aumentos que influyeron en este incremento inflacionario fueron, exactamente, el alza en los precios de la gasolina. El reporte del INEGI precisó que los aumentos de 16.80%, 17.81% y 21.67% en los precios de la gasolina de bajo octanaje, gas doméstico y gasolina de alto octanaje, respectivamente, contribuyeron con 0.818%, 0.285% y 0.115%, respectivamente con el alza de la inflación.

Ahora, explicándole a mi pobre tía abuela que el aumento de 11.61% al precio de la cebolla y de 1.46% en las tortillas tuvo una contribución en la inflación quincenal de 0.027% y 0.024%, respectivamente y que el hecho de que las taquerías hayan subido sus precios, se debe a que, según el INEGI, éstas junto a las torterías, fondas y loncherías tuvieron una variación quincenal de 0.89%, es decir contribuyeron a la inflación con 0.038%.

Entre los analistas económicos la preocupación, que es la misma que tiene mi angustiada tía abuela, es que el alza de los precios de los combustibles –que, por cierto, en febrero tienen otro ajuste al alza– se traduzca en contagio a los precios de los servicios, como ha sido el incremento en el transporte público en algunas localidades.

¡Mexicanos al grito de…!

Pese a las noticias inflacionarias, La Sabia de mi tía abuela anda muy jubilosa y envuelta en su chal nacionalista y eso porque escuchó muy atenta el mensaje del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, denominado Posicionamiento en Materia de Política Exterior, el cual tuvo una clara respuesta a los comentarios hechos por el presidente estadunidense Donald Trump.

“Ahora sí, mi´jo, veo una respuesta clara a ese güerito incendiario que no quiere a los mexicanos. Bueno, la creencia de mi queridísima tía abuela tiene que ver con que este lunes pasado el jefe del Ejecutivo se comprometió a que ante los embates externos “actuaremos como una nación soberana que somos”. “¡Bravo…!”, gritaba mía tía abuela Godofreda.

El discurso de Peña Nieto se orientó a dos grandes prioridades: la primera, fortalecer la presencia de México en el mundo y, la segunda, construir una nueva etapa de diálogo y negociación bilateral con Estados Unidos.

El pasado primero de enero se cumplieron 23 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), donde México, EU y Canadá se volvieron socios comerciales; pero este acuerdo, con la llegada de Donald Trump a la presidencia del vecino país del norte parece tambalearse.

Ante eso, el mandatario mexicano dijo: “hay quienes que, por el tono que tomaron las campañas electorales en EU, sugieren que México ahora tenga una postura agresiva y de confrontación; otros más, al ver las asimetrías entre ambos países, anticipan sumisión. Ninguna de estas posturas es solución. Ni confrontación, ni sumisión. La solución es el diálogo y la negociación”.

Para ello, el mandatario enumeró 10 objetivos en la negociación con EU, donde se incluyó el respeto a los derechos humanos de los mexicanos migrantes; trabajar de manera conjunta para promover el desarrollo de los países de Centroamérica; el libre flujo de remesas, al preservación del TLCAN que incluya la modernización del marco comercial en América Norte y mejoras de salarios para los trabajadores mexicanos.

Y, por último, el objetivo que más emocionó hasta las lágrimas a mí tía abuela Godofreda fue el de “trabajar por una frontera que nos una, no que nos divida. Nuestra frontera debe ser nuestro mejor espacio de convivencia; un espacio de seguridad, prosperidad y de desarrollo compartido”.

No quise matarle la ilusión, pero habrá que esperar a que en realidad se cumpla esto y que Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores e Ildefonso Guajardo, titular de Economía, lleven la voz de los mexicanos en las negociaciones con Estados Unidos y, si no, pues cumplir la parte de voltear hacia otros mercados.

 

El Dato

La Secretaría de Economía (SE) precisa que de enero a septiembre del año pasado la Inversión Extranjera Directa (IED) del país ascendió a 19 mil 772. 6 millones de dólares, de los cuales siete mil 59.6 millones de dólares provino de EU; mientras que en el acumulado de 1999 al tercer trimestre de 2016 las inversiones estadunidenses sumaron 209 mil 871 millones de dólares, es decir, 45.9% de la IED ha sido de allá.

Mientras que empresas mexicanas han invertido en EU más de 18 mil millones de dólares, expresó Luis Videgaray.

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