En Línea Deportiva
Por Pepe Hanan /@pepehanan
La semana pasada se movió el interés de algunos grupos por adquirir la franquicia del equipo camotero por parte del ex futbolista Hugo Sánchez Márquez y seguramente un grupo de inversionistas, incluso lo hizo de manera pública en un canal de televisión.
Durante los últimos años hemos sido testigos de que cuando termina un sexenio de gobierno generalmente se viene un cambio de administración en los Camoteros. Sucedió en el sexenio de Jiménez Morales con la salida de Rodolfo Budib para que ingresaran los Migoya. Maurer y compañía ante la llegada del gobernador Piña Olaya. Posteriormente llegó al poder Manuel Bartlett y con él, José Abed y el grupo Aristos. Más adelante llegó Melquiades Morales y con él la era de Francisco Bernat, para que seis años después arribara Mario Marín y con éste, un tiempo la llamada chiquillada para posteriormente tomar el equipo Ricardo Henaine. Al término de dicha administración y con el arribo al poder del gobernador Rafael Moreno Valle incursionaron los López Chargoy después de una negociación tormentosa con el señor Henaine. Con el arribo de Antonio Gali Fayad no sería ni debería ser extraño que venga un nuevo grupo para hacerse cargo del equipo de La Franja.
Sin embargo, con el paso de los años, el futbol mexicano ha evolucionado en todos los aspectos y es público y notorio que esas épocas en las que un particular se podía hacer cargo de la administración y mantenimiento de un equipo profesional y de Primera División han terminado, por el simple hecho de que, como lo hemos comentado en otras ocasiones, es prácticamente imposible competir con los grandes capitales que hoy controlan el futbol de nuestro país.
Estoy en condiciones de adelantarles que no son Hugo Sánchez y su grupo los únicos interesados en adquirir a La Franja, es más, podría decirles que el verdadero interesado es un grupo del nivel de los Vázquez Raña (no son ellos), los cuales cuentan con el capital suficiente para poder poner al Puebla a competir de manera adecuada con los demás integrantes de la Liga MX.
Las negociaciones ya se dieron e incluso se manejaron cifras, las cuales se tienden en dos vertientes. La primera sería la adquisición únicamente de la franquicia y la segunda en la que estarían inmiscuidas las cartas de los jugadores que pertenecen actualmente al club.
Se maneja un contrato de confidencialidad sobre el nombre de los inversionistas hasta que la operación esté cerrada, implicando una severa multa para quien rompa el acuerdo y es por eso que me es imposible dar a conocer el nombre de los posibles compradores.
Se ha manejado una fecha límite para definir la compraventa de la escuadra, la cual sería la última semana de enero y la primera de febrero.
Los interesados deberán definir durante esas fechas si realmente le estarán entrando para adquirir al equipo y obviamente realizar los trámites pertinentes ante la Femexfut para incorporarse como nuevos propietarios del equipo de la Ciudad de los Ángeles.
Lo que no me queda claro y sería motivo de investigar si en la Federación se permite el cambio oficial de propietarios durante el desarrollo de un torneo o se tendría que esperar al término del mismo para hacer oficial el movimiento.
Lo que es un hecho es que la gente de la FMF ha puesto como fecha limite a los López Chargoy el término de la actual temporada para deshacerse al menos de una de sus dos franquicias (Chiapas o Puebla) aunque sé de muy buena fuente que los actuales propietarios están en la mejor disposición de vender incluso ambas franquicias en las que para tranquilidad de los poblanos les puedo asegurar que dentro de las cláusulas de venta estaría incluida la de mantener al equipo camotero por muchos años y de manera obligatoria en la Angelópolis.
Importante será por supuesto que La Franja mantenga la categoría en este torneo, pues si el equipo descendiera sería obvio que las negociaciones se irían al bote de la basura.
Así es que veremos en las próximas semanas el desenlace de esta posible compra.
Por lo pronto, la Franja recibió el día de ayer a los Gallos del Querétaro sobre la grama de hermoso estadio Cuauhtémoc, donde el equipo de Valiño se mostró temeroso y desconfiado para poder desdoblar su mejor fútbol. Fue cauto por momentos y sólo al final se volcó al frente, donde incluso logró la anotación por conducto del refuerzo debutante Federico González, que no contó por estar en fuera de lugar.
Un 0-0 que no sirve de mucho, aunque sabemos que reponerte de un 6-2 no es cosa fácil y a los jugadores les costó mucho trabajo deshacerse de los fantasmas de la goleada anterior.
A mi parecer este equipo está padeciendo la cuestión del tiempo, al no haber podido contar con los jugadores que vinieron a suplir a los que se fueron con un tiempo prudente. Es obvio que los aficionados estamos preocupados y ansiosos porque estos estén ya participando con el primer equipo; sin embargo, y a modo de ser sinceros, ellos son los menos culpables.
Ya estuvieron en banca Federico González, quien entró los últimos 20 minutos, y Gonzalo Ramos, quien no vio acción.
Se viene la Copa el miércoles contra el Atlas de Alustiza, para que el domingo se visite a Santos en Torreón en un partido muy complicado.
Ojalá dentro de ocho días podamos ver a un equipo mejor armado y más confiado en su fútbol para buscar un campanazo en patio ajeno.
