Trabajo coordinado, diálogo permanente, así como priorizar a la universidad pública son los compromisos de Gali Fayad
Staff 24 horas Puebla
Tony Gali fue a la BUAP para decir lo que la comunidad universitaria quería escuchar.
Para Gali, 36 palabras fueron suficientes para sellar las bases de la nueva era de coordinación y trabajo de su administración con la máxima casa de estudios.
“Vamos a privilegiar a la universidad pública, estoy en la mejor disposición de acercar todos los medios del gobierno del estado, con respeto a la libertad de expresión, la libertad de cátedra y la autonomía universitaria”.
El mensaje fue enviado a través de los integrantes de la estructura universitaria. Los que todos los días tienen contacto con los alumnos y profesores. El alma, por decirlo de otra forma, de la burocracia universitaria.
Testigo del mensaje fue, además, el jefe del gobierno universitario, Alfonso Esparza Ortiz, para quien también hubo flores, sobre todo, el reconocimiento a su disposición para trabajar de manera coordinada con el gobierno del estado para colocar a la BUAP entre las mejores universidades del país.
Los nuevos aires soplan fuerte en Puebla.
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A 12 días de que tome el control de la administración estatal, José Antonio Gali Fayad pisó el Complejo Cultural Universitario.
Pero no se trató sólo de una reunión de acercamiento.
Tampoco fue sólo una cumbre de las cabezas del Ejecutivo local y el rector de la institución.
Si bien el encuentro no fue con la máxima autoridad de la BUAP (el Consejo Universitario), al cónclave asistieron los directores de las unidades académicas y funcionarios del aparato central, lo cual selló un encuentro muy pocas veces visto en la política poblana.
Mucho menos se trató de una charla más. Tony Gali asistió con el objetivo de conocer de viva voz las líneas para construir una agenda común que “permita seguir posicionando a Puebla como un referente nacional en educación”.
Y para ello, según se desprende de la información que trascendió del encuentro, fue fundamental dejar en claro la necesidad de ahondar en la vinculación social de la BUAP y sus diferentes áreas. Por eso, los directores de las unidades académicas plantearon al gobernador electo “las fortalezas en cada una de las áreas del conocimiento, para contribuir al desarrollo de la entidad”.

El rector Alfonso Esparza Ortiz dio un paso más. “Se requiere –aseveró−
una gobernanza que garantice la inclusión, la eficacia en la calidad y la ética, a través de un trabajo participativo”. Y enlistó algunas de las tareas básicas: un programa de certificación del bachillerato para que las personas concluyan la preparatoria y la acreditación de una licenciatura para profesores de educación básica con estudios inconclusos, tomando en cuenta su experiencia frente a un grupo; ampliar la cobertura del nivel superior con una plataforma en línea donde se impartan las clases no presenciales, así como revalidar estudios, crecer en el diseño de complejos regionales, fortalecer la infraestructura educativa e impulsar proyectos de conectividad.
De paso, aprovechó para apuntalar uno de los proyectos más sensibles: en el mes de agosto, la BUAP será sede del Cancerotón, que tiene como objetivo recaudar fondos para la edificación de una clínica de prevención del cáncer, por lo que solicitó el apoyo del gobernador electo para invertir en el equipamiento.
Alfonso Esparza tampoco desaprovechó para apapachar a su invitado. No sólo agradeció al mandatario electo su disposición al diálogo, sino también su sensibilidad para escuchar y atender los requerimientos de la BUAP.
En efecto, aire nuevos soplan fuerte.
Gali pisó la BUAP para decir lo que todos los universitarios quería escuchar.
Que la BUAP tiene un lugar en su gobierno y que la autonomía será respetada.
