Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez /@riva_leo

Dos personajes de caricatura iniciaron (según ellos) su camino rumbo al Senado de la República. Está de más decir que ninguno de ellos tiene la más mínima posibilidad de llegar a la Cámara alta.

Son dos panistas “de cepa”, como ellos mismos se definen para distinguirse de los priistas infiltrados al interior de su partido.

Se trata del actual dirigente del Comité Municipal del PAN y ex secretario de Desarrollo Económico al inicio del sexenio, Pablo Rodríguez Regordosa, y del actual secretario de Salud, Salvador Escobedo Zoletto, quien fuera oficial Mayor de la Sedesol y coordinador de delegaciones de la misma dependencia, bajo la falda de Ana Teresa Aranda, cuando laboró en el gobierno federal durante el sexenio de Vicente Fox.

De Pablo se puede decir que tuviera los méritos para buscar la candidatura del PAN al Senado de la República; como él mismo se define ante sus amigos, es panista “de  cepa” y algo más: era considerado uno de los príncipes de la derecha poblana, por sus dos apellidos de abolengo y ascendencia dentro del Yunque.

Fue fallido candidato a la Presidencia Municipal de Puebla en 2004, cuando perdió con el entonces ex rector de la BUAP Enrique Doger Guerrero.

Ha sido diputado federal, ahora es diputado local y dos veces dirigente del Comité Municipal del PAN en Puebla capital. Su esposa, Mónica Della Vecchia, es actual diputada federal, aunque por un acuerdo con Rafael Moreno Valle, la señora dejará a partir del 1 de febrero su lugar para que sea ocupado por la actual secretaria particular del gobernador, Mercedes Aguilar.

Es decir, por currículum Pablo no para, sólo tiene un pequeño problema: nuestro personaje es uno de los abiertos adversarios que ha tenido Tony Gali, quien a partir del 1 de febrero será el nuevo gobernador de Puebla, aunque sea por 22 meses.

Tony no olvida que Pablo, durante los primeros días de la nueva administración,lo acusó de estar pidiendo moches a los constructores.

El gobernador despachaba en el edificio del Salón de Protocolos, porque estaba en remodelación Casa Puebla, no existía el CIS, y un grupo expertos desmantelaba toda la red de micrófonos instalados durante la administración marinista.

Rodríguez pidió audiencia con el gobernador, quien lo recibió. Para sorpresa del mandatario, Pablo le dijo que varios empresarios estaban dispuestos a denunciar a Gali. De inmediato, Moreno Valle hizo traer a Tony y lo careó con Pablo, éste repitió la misma historia: que un grupo de empresarios estaban dispuestos a denunciarlo por pedir moches.

Moreno Valle ordenó a Pablo traer a los empresarios y llamó también al entonces procurador, Víctor Carrancá, para que de inmediato se abriera una investigación contra Gali, en caso de ser necesario.

Las horas pasaron y está de más decir que los supuestos empresarios nunca llegaron. Pablo se tuvo que ir regañado y con la cola entre la patas.

Ahora, el hombre a quien acusó sin fundamento será el nuevo gobernador de Puebla, quien además ya busca relevarlo del Comité Municipal del PAN en la capital, luego de que ha bloqueado al regidor Oswaldo Jiménez, sobrino político de Tony.

El caso de Escobedo Zoletto es diferente, no hay agravios personales con Tony, pero no ha pedido permiso para moverse, como lo marcan los cánones.

Salvador –quien se hizo a la sombra de Ana Teresa Aranda, con quien tenía una relación de mucha, pero mucha cercanía, la cual dicen iba más allá de la amistad– ha aprovechado la estructura de la Secretaría de Salud para su proyecto personal.

Ahora que es moda esta dependencia no estaría de más echar un ojo al manejo poco transparente que han hecho Escobedo y su red, dentro de esta dependencia. Si buscan al nuevo Arango, Salvador es un buen candidato.

En sus sueños de opio, el secretario de Salud se niega a vivir sin mamar de la ubre gubernamental y se cree con todos los merecimientos para poder aspirar al Senado.

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