Las Serpientes

Por Ricardo Morales /@riva_leo

Realmente resulta muy difícil arrancar el año con una columna de este tipo, pero la realidad indica que 2017, tal como lo dijimos desde el año pasado, será uno de los más complicados para los mexicanos en los últimos años.

No es el gasolinazo que nos acaba de recetar el gobierno federal lo más peligroso, no. Ya lo habíamos advertido desde hace tiempo: es la delgada línea en la que camina el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, el cual bien haría en evitar enviar un mensaje de año nuevo a los mexicanos, so pena de someterse al linchamiento social.

La inconformidad en contra del presidente de la República se respira en todos y cada uno de los rincones de nuestro país. Y lo peor es que es en todos los niveles sociales, lo cual pocas veces se había visto en la historia de México.

Pero el gasolinazo es sólo el principio de lo que se avecina, ya que ello ha desencadenado una escalada de precios, la cual se traduce en inflación y también en el incremento en la tasas de interés, además de la devaluación que se registró del peso mexicano ante la divisa estadunidense.

Varios jinetes del Apocalipsis se pasean por nuestro país y no auguran nada, absolutamente nada bueno para México, en donde desde hace tiempo se percibe un hartazgo social, el cual está a punto de llegar a su clímax ante el incremento de la inseguridad y los abiertos desafíos del crimen organizado contra el Estado mexicano.

Dentro de este coctel de sucesos es preocupante la creciente presión que ejerce el Ejército mexicano en los roles de la vida nacional y su participación en la “guerra contra el narco”.

La preocupación crece si se toma en cuenta que en este año que recién comienza se espera que en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión se apruebe la nueva ley que regirá el accionar del Ejército, la  cual otorga atribuciones a las fuerzas armadas realmente preocupantes, porque quedará a criterio de  los militares determinar en qué caso se pueden suspender las garantías individuales.

Está por demás decir que las decisiones del presidente Peña Nieto prácticamente han sepultado cualquier pequeña posibilidad que pudiera tener su partido, el PRI, de luchar por retener Los Pinos, e incluso al interior del tricolor se habla de una gran revuelta en contra del mandatario porque se sabe que precisamente será el ex partidazo el más afectado por estas medidas.

Pero no sólo el PRI está muerto en la lucha por 2018, sino también en las elecciones a gobernador que habrá en el Estado de México, Nayarit y Coahuila, en donde la oposición se apresta para tomar el control de estas entidades.

Otro gran damnificado de inicios de año es el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, quien en algún momento se llegó a contemplar como posible candidato a la Presidencia de la República y quien vio sepultadas completamente sus aspiraciones tras el anuncio del gasolinazo.

El gran ganador de esta serie de decisiones, aunque quién sabe si le convenga por las condiciones en las que se encuentra el país, es sin duda, el tabasqueño y dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, cuya figura se consolida luego de esta serie de decisiones que parecen confirmar lo que El Peje advertía en sus spots, que nos íbamos a ir al “despeñadero”.

Morena se apresta para tener un año muy importante y poder consolidar su posición como rival a vencer en las elecciones de 2018. Habrá que ver la forma en que este partido se desempeña en las elecciones y si logra consolidar su presencia en los estados del norte del país, donde la figura principal del partido, López Obrador, prácticamente no existe.

El panismo tendrá también un año sumamente difícil y su futuro dependerá de cómo salga este partido de la lucha interna que vivirá por la candidatura a la Presidencia.

Y es que el PAN, aunque en menor medida, también sale damnificado por la situación económica del país al identificársele como una comparsa del presidente Enrique Peña y del PRI.

En menor medida los panistas también son culpables de avalar el Pacto por México y la llamada reforma energética, la mentira más grande que hemos vivido los mexicanos.

En resumen, el año 2017 pinta como sumamente complicado para los mexicanos, un año de completa incertidumbre donde la sombra de la ingobernabilidad se pasea como un fantasma que lacera al país.

Nota bene. Con esta muy pesimista columna, Las Serpientes regresan a la actividad en este 2017.

Gracias a todos los lectores.

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