Por Mario Galeana
Al menos 30 madres poblanas que fueron repatriadas desde Estados Unidos durante los primeros nueve meses del año pasado dejaron solos a sus hijos en el país norteamericano, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob).
En su informe Migración y movilidad internacional de mujeres en México, la dependencia federal indica también que entre una y cinco de esas madres poblanas deportadas dejaron a su cónyuge e hijos en EU.
Desde enero hasta septiembre de 2016, según las cifras, alrededor de mil 361 poblanas indocumentadas fueron repatriadas por las autoridades estadunidenses. Casi 10% de ellas era menor de edad.
En total, 11 mil 59 hombres, mujeres y niños originarios de la entidad fueron deportados en 2016 desde el país que gobernará el republicano Donald Trump.
El año pasado, 552 poblanos expulsados eran adolescentes de entre 12 y 17 años, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Segob; 23 más eran niños menores de 11 años, y cuatro de ellos emprendieron la travesía migratoria hasta la frontera norte sin ningún familiar.
Desde enero de 2013 hasta septiembre del año pasado las autoridades de Estados Unidos repatriaron, en promedio, a 38 poblanos por día. En esos tres años más de 58 mil poblanos fueron expulsados del país vecino, cifra que incluye la deportación de 2 mil 589 menores.

El regreso de los paisanos está colmado de obstáculos que impiden o retardan su integración en México, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de Puebla.
Entre ellos, “la falta de documentación de su identidad o la de sus hijos; la falta de reconocimiento a las habilidades y destrezas laborales adquiridas; la ausencia de políticas y programas de reinserción integral de migrantes y familias”.
El órgano local defensor de derechos humanos también considera al idioma como un obstáculo “en el contexto escolar de los menores de edad que regresan”: niños que hicieron del inglés su lengua materna tras vivir tres, cuatro o cinco años en Estados Unidos y que, regresan a las comunidades de Puebla.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) considera a Axutla, Tulcingo e Ixcamilpa de Guerrero, en la Mixteca, como los tres municipios poblanos con mayor tasa de expulsión de migrantes.
